Para
el Querido Señor Barriga
Por
su simpatía
y don de gentes
-¿Es
calor de hogar?
-No. Se nos descompuso la calefacción
Oído en Mexicali
Uno
de los pocos enigmas que no ha podido resolver la modernidad y la tecnología,
es predecir o anunciar un temblor o terremoto por lo menos con una hora de
anticipación.
Lo
más que ha conseguido la ciencia; es un minuto antes mediante la llamada
“Alerta sísmica”, con lo que la mayoría de las personas se ponen en un lugar
seguro.
Aunque
las abuelitas o los “viejos del pueblo” tienen sistemas caseros y ancestrales
para predecir un movimiento sísmico. Uno es que ladren inesperadamente los
perros de un lugar y el otro indicio es que haga mucho calor.
Edgar
Barriga Vizquel a pesar de ser un hombre
muy inteligente y de ciencia; también
creía en las enseñanzas de las abuelas y se sentía incómodo cuando hacía mucho
calor en la Ciudad de México.
Porque
al ser una lugar altamente sísmico, cuando el clima se acercaba a los 30
grados, inmediatamente pensaba que se acercaba un temblor de por lo menos
mediada intensidad.
Fue
a la casa de un matrimonio que además de ser sus amigos eran sus vecinos. Era
lunes y el calor empezaba a incomodar sobre manera al también llamado “Señor
Barriga”; aunque no los quiso asustar con sus temores.
Llegó normal y pregunto:
-¿Cómo
han estado?
-Rubén
está un poco enfermo de gripe, pero espero que se le pase rápido
-Está
bien, Florinda, pero no dudes en llamarme si necesitan mi ayuda.
-Gracias.
No
estaba resultando una buena semana para Edgar, porque primero estaba el
insoportable calor que para él, presagiaba un terremoto y ahora uno de sus
mejores amigos estaba enfermo.
El jueves 16 de abril, las cosas
estuvieron más relajadas tanto en el clima como en la salud de su vecino, por
lo que Barriga Vizquel, paso una agradable tarde y una mejor noche.
Pero
el viernes 17 desde que amaneció el calor se puso insoportable y de plano a las
dos de la tarde rebasaba los 30 grados y ahora sí Edgar; pensó que habría un
sismo.
A las 2:15 tocaron desesperadamente la
puerta de su casa, y cuando abrió sin permitirle decir nada, su vecina exclamo:
“¡Está
temblando!”
Edgar
Barriga Vizquel “El Señor Barriga”
Señaló
en voz baja:
“¡Lo
sabía!”
Pero
antes de que pudiera reaccionar; Doña Florinda indicó:
“¡Rubén está temblando de frío!”
Sala
de mi casa
21:00
- 22:00 p.m.
18/IV/2015
2 comentarios:
JAJAJAJAJAJAJAJA buenísimo... excepcional, eso de las predicciones es genial, quisiera ser una "timadora" mínimo tendría un "extra" de trabajo jajajajajajaj, no te creas... excelente cuento...
jajajaja esta bueno el señor Barriga lo sabia lo sabia jajajajajaja muy buen cuento me gusto Caballero....
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