Para
Lucina
En
donde quiera que se encuentre
Lo
malo de las preguntas: no es que desconozcas las respuestas:
Sino que las
conozcas
Oído en la Suprema Corte de Justicia
Con
15 hijos y cientos de trabajos a cuestas, Lucina López todavía se daba tiempo
de escribir y divertirse por toda la Ciudad de México y balnearios
circunvecinos.
De
edad indeterminada muy a la Gabriel
García Márquez rondaba los 60 años, aunque no se consideraba aun como una
adulta en plenitud y mucho menos miembro activo del INSEN.
Lo
único que le empezaba a fallar, debido sobre todo a su afición por la costura,
era la vista. Si fuera hombre bien podría desempeñarse como árbitro de fútbol,
porque cada día veía menos.
Para
“echarse porras” ella misma decía:
“Algo
tenía que comenzarme a no funcionarme bien, después de tanto trajin”
Pero
resultaba bastante obvio que sus ojos estaban cansándose de tanto observar
pasar la vida, crecer a sus hijos y nacer a sus nietos que cada año eran más.
Uno
de sus vástagos, medio en broma y medio en serio le dijo:
-Tienes
que ir al oculista o salir acompañada a la calle
-Tienes
que ir al oculista o salir acompañada a la calle
Con su tranquilidad característica
Lucina contestó:
-Gracias
por preocuparte, pero no estoy ciega y mucho menos inútil
Él
sin embargo, insistió:
Ya
lo sé, pero necesitas otra graduación
Se
aguantó la risa, para señalar:
-Ahora hasta especialista me saliste
Antes
de despedirse de su madre; puntualizó:
-No
me vayas a decir luego que no te lo advertí
A
pesar de no reconocerlo ante su hijo, se vio con detenimiento al espejo:
quitándose y poniéndose un par de ocasiones los lentes y comprobar su “ceguera”
Cinco
minutos más tarde llegó a la conclusión: que si bien su visión era un poco más
borrosa que de costumbre, no se trataba de nada serio o irreversible de qué
preocuparse.
Quizá
no hubiera visitado al oculista en mucho tiempo; de no ser que un día en uno de
sus habituales viajes en el metro; al ir de pie y con la mano estirada para
tratar de agarrarse del tubo; una señora le dijo a:
Lucina López:
“Tenga buena mujer”
Poniéndole cinco pesos en la mano
derecha.
McDonald´s San
Juan de Aragón
17:00
-18:00 p.m.
2/II/2019
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