Este blog fue creado pensando en Dacne y está dedicado a Wendy González Salinas

domingo, 2 de diciembre de 2018

EL TATUAJE (CUENTO) Por Carlos Bernal Romero

Todos los tatuajes se ven mal, pero hay unos que se ven peor
Oído en la Zona Rosa


A últimas fechas y sin importar edades, los tatuajes se pusieron de moda en la Ciudad de México y podemos ver hombres y mujeres tatuados desde los 15 a los 60 años.

Cabe señalar que entre más grande sea la persona (Arriba de los 40 años) se ve peor y más patético con uno o más tatuajes de todos los tamaños en cualquier parte del cuerpo-

De pronto Maribel Olivares Suárez parecía que a sus 16 años había olvidado los principios y reglas básicas que le habían enseñado de pequeña en su casa.

Aunque continuaba siendo una chica estudiosa y responsable en cada una de las actividades que realizaba, empezó con la idea de ponerse un tatuaje permanente.

El día que se lo quiso sugerir a su mamá, antes de que terminara de hablar; le señaló:

“Un tatuaje, piercing, arete o cualquier objeto extraño en tu cuerpo: ¡Ni lo sueñes!”

Maribel hizo el coraje de su vida; porque muchas de sus compañeras y algunas de sus amigas se habían puesto uno; con la autorización de sus progenitores.

Cuando le expresó esto a los suyos, recibió una respuesta definitiva:

“Mientras vivas en esta casa; obedecerás nuestras reglas”

Pensó que exageraban y como último recurso le apostó al paso del tiempo y a cumplir su mayoría de edad, para ponerse el tatuaje tan anhelado de unos meses a la fecha.

Había leído y escuchado que cuando alguien cumple 18 años; ya no tiene que pedirle permiso a nadie; para hacer cualquier cosa sin importar si era buena o mala.

Entonces como los antiguos filósofos griegos y los actuales monjes budistas, se “sentó” tranquilamente a esperar; mientras continuaba envidiando a las chicas ya tatuadas.

Y como “No hay plazo que no se cumpla” y nada más relativo que el paso del tiempo; ni siquiera una mujer, los meses transcurrieron con gran velocidad hasta que llegaron sus 18 años.

Como primera acción de su “nueva vida” fue a tramitar la licencia de manejo; aunque más bien manejaba poco y mal, cuando le dejaban “darse las tres” en algún automóvil.

Al llegar a su casa y recibir los respectivos abrazos por su cumpleaños, les enseñó el documento con un orgulloso: 

 -¡Miren!

Sus padres aún no salían de su asombro, porque sabían que no sabía conducir, cuando les informó:

-Lo siguiente será un tatuaje

Su mamá de forma enérgica y categórica le recordó:

 -¿Un tatuaje? ¡Ni lo pienses!

Contrariada por escuchar una frase que no esperaba y que tenía guardada en el subconsciente, sólo alcanzó a balbucir. Volviendo a enseñar su licencia:

-Vean la edad que dice

Su papá con la tranquilidad completamente recuperada, le dijo a:

Maribel Olivares Suárez

La frase más lapidaria de toda su vida:

-Y tu: 

La dirección que trae.

McDonald´s San Juan de Aragón
17:0018:00 p.m.
1/XII/2018

1 comentario:

Unknown dijo...

Jajajaja la misma frase de siempre