Este blog fue creado pensando en Dacne y está dedicado a Wendy González Salinas

domingo, 8 de marzo de 2015

VAYA CON DIOS (CUENTO) Por Carlos Bernal Romero

Esto  no  volverá  a  pasar
Oído  en  el  PRD

Se trataba de la clásica familia de los 70’s con cinco integrantes, en el cual el menor tenía 25 y parecía haber salido de una película de la “Época de Oro” del Cine Mexicano.

Los Manríquez-Arenas estaban compuestos por: Alberto y Eneida y sus hijos:

Alberto, Eneida, Andrés, Maribel y Fernando

todos profesionistas, menos Fernando.

Esta situación preocupaba y molestaba a sus padres; porque Fernando era el único que no había terminado una carrera. Todo parecía que nunca lo haría.

-Por Dios hijo. ¿Cuándo vas a “Sentar cabeza?


Divertido por la expresión de su madre, Fernando respondió:

Su padre adoptando una actitud típica de Fernando Soler; señaló:

-Además de dos años a la fecha, no nos has dicho a qué te dedicas

Sin perder la sonrisa por las poses de su papa; indicó:

-No te preocupes, en el trabajo en donde estoy, gano muy bien

Eneida un poco desesperada dijo: 

-Por lo menos dinos dónde trabajas

Para no soltar la carcajada en frente de su progenitora, se dirigió a la puerta y antes de salir; puntualizó:

-Mejor ocúpense de sus hijos profesionistas

 En su familia todos estaban intrigados del porqué sin tener un título universitario. Fernando era el que más ingresos tenía. Suponían que andaba en negocios turbios.

Para terminar con sus sospechas; un día Alberto siguió a su hijo a su centro de labores. Para que no lo reconociera se puso un sombrero y una gabardina.

Los dos se bajaron en Metro Insurgentes para dirigirse a la Glorieta. En un descuido lo perdió de vista entre la maraña de gente que caminaba a esa hora por el lugar.

Por más que trato de localizarlo; le fue imposible hacerlo. Alberto Se metió a un restaurante de comida rápida para ver si lo encontraba por casualidad.

30 minutos después cuando estaba a punto de volverse a meter a la estación del metro;  se le acercó su hijo:

Fernando Manríquez Arenas

Y le dijo:

“Una limosnita por el amor de Dios”

Sala de mi casa
22:00  –  23:00 p.m.
7/III/2015

1 comentario:

martukish dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJJAJAJA QUÉ MAMÓN!!!! jajajajaja buenísimo cuento... ¡Ovación! Retrataste un problema que aqueja a nuestra sociedad últimamente.