Procura que el niño que fuiste; no
se avergüence del adulto que eres
Chabelo
Desde que era
niña Maribel Olivares Suárez se había acostumbrado a que su abuelita le
sirviera el desayuno; antes de que se fuera a la escuela. No era recomendable
que se fuera con el estómago vació.
Así durante 12
años de su vida, tiempo en que curso desde la primaria hasta la preparatoria;
para las dos casi se volvió una religión en que la abuelita era la sacerdotisa
y la nieta la creyente.
Pero llegaron al
mismo tiempo los 19 años y la entrada a la universidad, lo que le daba a
Maribel, según su propio entender, autonomía en varios aspectos.
Por supuesto uno
de ellos, era ya no desayunar antes de irse a la escuela y así se lo dio a
entender a la mamá de su mamá, para que ya no se lo preparara.
-Lo siento
mihija, mientras las dos vivamos en la misma casa y tú vayas a la escuela, me
pararé temprano para hacerte el desayuno.
-Pero abuelita
ya no es necesario
Sin hacer mucho caso a lo que decía su
nieta, pontificó como suelen hacerlo las abuelitas:
“Acuérdate a todo
se acostumbra uno; menos a no comer”
Maribel sabía
que cuando su “Mamita” empezaba con sus refranes; no tenía caso seguir con la
plática, por lo que pensó mejor las cosas para ya no desayunar lo que ella le
sirviera.
Pensaba que si
rompía con la rutina, tal vez que no tendría que bajar al comedor. Esta
consistía en que la abuelita la despertaba y le decía:
“Bajas en 10
minutos o cuando te termines de bañar para que desayunes”
El lunes 23 de
marzo puso el despertador media hora más temprano; para salir antes de su casa,
y de esta manera, cuando su mamita subiera a despertarla; no la encontrara.
En vez de salir a las siete de la
mañana como era su costumbre, lo hizo a las 6:30. La calle todavía estaba
oscura y hacía más frío del acostumbrado para el mes.
El ambiente le
dio un mal presentimiento y sin saber el motivo empezó a tener miedo. De pronto
como si estuviera teniendo una pesadilla; se le acercó un hombre vestido todo
negro que tenía la cara cubierta con un pasamontañas.
El individuo
tenía un pequeño paquete en la mano derecha que aterró más a Maribel; que
esperaba lo peor. Cuando estuvo a dos metros de ella le preguntó:
-¿Tú eres
Maribel Olivares Suarez
Con todo el cuerpo paralizado y sin saber cómo,
respondió:
-Si
El misterioso y
tenebroso hombre le extendió el paquete le dijo:
-Tu abuelita te
manda el desayuno.
Sala de mi casa
22:00 - 23:00
p.m.
21/III/2015
2 comentarios:
Jajajaajaja te manda tu abuelita, caray me hiciste acordarme de muchas cosas caballero efectivamente asi son las abuelas que lindo
jajajajajajajaja no es cierto!!! jajajjajaja buenísimo cuento y sí el desayuno es el alimento más importante del día.. =D
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