Para
Wendy
González Salinas
Por
sus divinos 29 años
Wendy
González
no cumple
años, porque:
La
perfección no tiene edad
Guillermo
del Toro Gómez
Para la mayoría de las
personas celebrar su cumpleaños es algo especial, sobre todo en los niños de 3
a 12 años, porque disfrutan ser el centro de la fiesta.
Después uno crece y
aunque sigue disfrutando de ese día con agrado, se pierde un poco el encanto de
la sorpresa y se cambian las fiestas por reuniones más íntimas y con amigos muy
cercanos.
Es muy poca la gente
que conserva su “Alma de niño” y siguen festejándolo con una fiesta como cuando
eran unos chiquillos y sus papás los consentían.
Una de ellas era Wendy
González Salinas que nació el 17 de agosto de 1985 en Monterrey Nuevo León,
pero debido a su trabajo de actriz, se había mudado a la Ciudad de México, que
en el 2013 había hecho suya.
Conforme fue creciendo,
su carrera empezó a despuntar y a llenarse de éxitos y logros mientras que
físicamente se convirtió en una chica con una cara absurdamente bonita y con un
cuerpo poderoso que hacía volver la cabeza hasta a los ciegos.
Todo eso hacía que su
presencia fuera casi irreal y nos recordara el sobrenombre que tenía la
cantante de ópera María Callas y decir que Wendy también era “La Divina”.
A pesar de lo generosa
que había sido la naturaleza con ella, dándole tanta belleza y talento, la
“Hija adoptiva” de la Ciudad de México, tenía “Bien puestos los pies sobre la
tierra”
No se creía una diva,
como la mayoría de las actrices que aparecen en televisión y siempre recibía y
saludaba con una sonrisa a todos los que la reconocían en la calle y la
saludaban.
Su sencilla forma de
ser se debía que a pesar de todo Wendy seguía siendo la niña que empezó a
actuar desde pequeña en su natal Monterrey y se comportaba de manera natural
sin poses.
Con un mes de
anticipación preparó la fiesta de su cumpleaños número 29, que sería el:
Domingo 17 de agosto
del 2014
La invitación que le
repartió y envió a sus familiares y mejores amigos decía:
“Te invito a mi fiesta
que será en el ‘País de Nunca Jamás’” y venía apuntada la dirección del salón
que se llamaba como el lugar donde vivía Peter Pan.
Todos deberían llegar
disfrazados de acuerdo a la ocasión y lo que recordaban de la película de Walt
Disney, que todos hemos visto por lo menos una vez.
Llegó el día esperado y
el salón era una recreación exacta donde vivían también:
Wendy, Campanita, los niños huérfanos y el
temible Capitán
Garfio.
Una de sus tantas
amigas llegó a la fiesta acompañada de
su hijo de cinco años que llego vestido de pirata y estaba fascinado con todo
lo que veía a su alrededor.
Se acercó a ella y cuando estaba a punto de felicitarla, el niño preguntó:
-¿Es cumpleaños de
Peter Pan?
La mamá apenas se
aguantó la carcajada y antes de contestarle, señaló a su amiga para responder:
-No, de...
Wendy González Salinas.
Sala
de mi casa
22:30
– 23:30 p.m.
16/VIII/2014
2 comentarios:
jaajajajajajajajajajajajajaja el niño tan tierno, jajaajjajajaja a lo que yo me pregunto, ¿para qué llevan niños a reuniones de personas adultas? Digo, a menos que sean requeridos los niños pues se llevan, de lo contrario pues sería absurdo, jajajajajajaja muy buen cuento..
LINDO EL CUENTO LOS NIÑOS SON MUY OCURRENTES Y DIVERTIDOS TOMALO POR EL LADO AMABLE
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