Les aseguro que aquí va temblar muy
fuerte otra vez
Y no soy geóloga de la Unam
Memorias
de una costurera de la Colonia Obrera
A partir del
2017 el 19 de Septiembre quedó grabado para siempre en la memoria de todos los
mexicanos de seis a 100 años; como el 15 y 16 de Septiembre y el 1 y 2 de Noviembre y el 12 de Diciembre.
A Ernesto
Cardenal Domínguez de 50 años le gustaba
conmemorar esta fecha, hacer el Gran Simulacro y reunirse con su hijo Pablo
Cardenal Méndez; pare recordar y sobre todo mostrarle a su hijo, que en la
Ciudad de México, puede ocurrir un
terremoto en cualquier momento.
Pero por más que
le demostraba con hechos, datos y cifras; como Pablito (Como le gustaba decirle)
era:
no le tocó vivir
el terremoto de 1985 y hacia repelar a su papá; con un:
Eso no volverá a
suceder fue pura mala suerte”
Así, lo
acompañaba a todos los actos que se hacían por esa fecha; más por acompañar a
su progenitor, que por tomar en serio lo que veía y hacía en esos eventos.
Pablo estaba
realmente convencido que jamás se repetiría en la Ciudad de México un movimiento sísmico; mayor de 7.1
grados en la escala de Ritchter.
Cuando se iban
al “Vips Tonalá” a desayunar:
Ernesto indicó:
-Vamos a regresarnos al departamento porque
olvidé mi radio portátil
Tú y tus manías papá; por una vez que no lo
traigas no va a pasar nada
Vivían en la
Avenida Álvaro Obregón # 236. Cuando estaban a punto de salir de nuevo a la
calle; a las 13:15 p.m. un fuerte temblor que derrumbó en segundos el edificio.
Ellos vivían en
el cuarto piso y se les vino encima el resto del inmueble con muchas toneladas
de concreto; encima del piso y espacio en donde se encontraban.
Increíblemente
se encontraban vivos; juntos y con el radio portátil prendido y funcionando;
por el cual escuchaban todo lo que había sucedido y lo que estaba ocurriendo en
tiempo real en los sitios afectados como su edificio.
Ernesto sin querer le preguntó a Pablito:
“¿Ahora si crees
que tiembla en esta ciudad?”
Como escuchaban
que había muchas posibilidades que llegaran a ellos y los rescataran; se las
ingeniaron para mantenerse vivos y despiertos. Por la oscuridad total en que
estaban el tiempo se había detenido.
Se enteraban del
día y la hora gracias a que los locutores de la estación de radio que estaban
escuchando las repetían constantemente para todos los radioescuchas.
El jueves 28 de
septiembre, 10 días después del temblor, estaban especialmente contentos y optimistas.
Ernesto señaló:
“Tengo el
presentimiento que hoy nos salvan”
30 minutos
después ambos:
Ernesto Cardenal
Domínguez y Pablo Cardenal Méndez
Escucharon
claramente en la estación de radio que siempre oían:
El Gobierno de
la Ciudad de México…
Suspende
definitivamente el rescate de personas vivas en Álvaro Obregón 286”.
Sección de Comida rápida de Plaza
Lindavista
13:54
– 14:54 p.m.
30/IX/2017
1 comentario:
Aggg caballero un poco de humor negro? Pero si se sospecha que tu cuento puede ser real aún puede haber un milagro
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