Este blog fue creado pensando en Dacne y está dedicado a Wendy González Salinas

domingo, 22 de noviembre de 2015

SARA GRANADOS (CUENTO) Por Carlos Bernal Romero

Para   Sara Granados  Esparza
La  Vecina  más  bella del  mundo

 “Hijo ya te dije que las granadas no se comen, se tiran”
Oído en Siria

Después de los atentados del viernes 13 de noviembre en París; de nueva cuenta la psicosis se apoderó del llamado “Mundo occidental”, sobre todo Europa y Estados Unidos.

Según muchos especialistas (La Abuela Sara les dice “Internacionalistas”) más que los muertos que provoquen al instante, lo que reamente buscan es el miedo y la inseguridad que provocan sus actos en los habitantes y sus gobernantes.

Por tal motivo cualquier amenaza de bomba en:

Edificios, estadios, aeropuertos, escuelas…

Que en “Tiempos de paz”, no se tomarían tan en serio, después de un ataque terroristas de esta magnitud, estas amenazas se vuelven una cuestión de máxima seguridad de Estado.

También países y ciudades como México que jamás tendrán un atentado de ese tipo; también elevó sus niveles de seguridad. En ese contexto; llego a la capital Sara Granados Esparza, proveniente de su natal: San Gaspar, Yucatán.

Venía a pasar el “Fin de semana largo y de paso, visitar a unos tíos que se habían venido a vivir al Distrito Federal, en particular en la colonia Condesa.

Se instaló en un hotel del Centro y se registró en la recepción y como buena mexicana solo puso su apellido paterno;

Granados

Subió a su cuarto acompañado del “botones” que confundió su nombre con Granada y se le veía le preocupación en su mirada, pero aún así se despidió amablemente de ella.  

Despreocupada como era durmió a “pierna suelta” para irse el sábado 14 a mediodía a ver sus tíos y sus primos. Se levantó de muy buen humor y se fue desayunar al restaurante del hotel.

A las 11 de la mañana cuando se disponía a salir para ver a sus parientes, le dijeron que tenía que desalojar el inmueble, porque les habían avisado de una alerta de bomba.

Como Sara no se quedaba callada le preguntó al policía encargado del operativo:

-¿Una amenaza de bomba en un hotel del Centro de la Ciudad de  México, me lo jura?

-Si, una granada

 Al escuchar eso le “cayó el veinte” de inmediato y soltó una sonora carcajada que desconcertó al oficial antes de decirle:

“No hay ninguna granada en el hotel; solo una Granados yo;

Sara Granados Esparza”.

El Portón Plaza Eduardo Molina
18:00  -  19:00 p.m.
22/XI/2015

1 comentario:

Unknown dijo...

Jajajajajaa Caballero, vaya granada en el hotel jajajaa buen cuento ingenioso