Este blog fue creado pensando en Dacne y está dedicado a Wendy González Salinas

domingo, 1 de noviembre de 2015

¿NO ME DA MI CALAVERITA? (CUENTO) Por Carlos Bernal Romero

No andaba muerto; andaba de parranda
Oído en Gayosso

El tema de la muerte en la Ciudad de México tiene varias aristas. El principal es que se toma a broma y hasta  con  jocosidad; y tiene en este aspecto en “La Catrina” creada por José Guadalupe Posada, su mayor representante.

También está la variante del desprecio plasmado mejor que  nadie por  José Alfredo Jiménez Sandoval, que lo adoptamos como chilango, cuando estamos en plena borrachera, con su ya legendaria frase:

“La vida no vale nada”

Por último esta la leyenda negra de la venta obviamente ilegal, de cadáveres a las escuelas de medicina, incluyendo a la UNAM para que los alumnos hagan sus prácticas.

Rodrigo Valdés López era estudiante en una escuela de medicina particular, de tan escasos recursos, que estaba en el límite de la legalidad y los colegios “patito”

Por tal motivo sus prácticas no las hacían con cadáveres reales; porque  costaban muy caro y el presupuesto de su institución no alcanzaba para adquirir uno.

De esta manera ensayaban literalmente en cadáveres de plástico “Mi Alegría” y por lógica lo que aprendían, les serviría muy poco cuando ejercieran como médicos.

Cansado de esto, Rodrigo fue a hablar con el Director y como única respuesta obtuvo:

“Si usted consigue el cadáver: Adelante”

Entre las escuelas y los estudiantes de medicina era un “secreto a voces” el nombre y ubicación de las funerarias que vendían cadáveres, los cuales obtenían de falsas incineraciones.

El principal problema era el costo de los cuerpos, que iban de 10 mil a 50 mil pesos dependiendo de muchos factores, principalmente la edad y el buen estado.

El domingo 1 de noviembre llegó a la Funeraria “El último viaje” ubicada en la Delegación Iztapalapa a unos 15 minutos en pesero del metro   “Constitución de 1917”

Se presentó con el dueño como estudiante de medicina. Al escuchar eso, sabía que le iba preguntar sobre el precio de los cadáveres:

Rodrigo Valdés López le dijo:

“¿No me da mi calaverita?”

Comedor de la Casa de Dacne
22:00  -  23:00 p.m.
31/X/2015

1 comentario:

Unknown dijo...

Jajajaja Caballero me hizo reir con lo de la calaverita bueno no creo que le modificara el precio jajajaja muy buen cuento