Se llama Laura, pero tiene nombre
de Leticia
La
Abuela Sara
Muchos dicen
que: “Infancia es Destino”, aunque otros
indican que más que los primeros años de vida; lo que realmente marca la
vida de una persona es el nombre.
Porque no es lo
mismo que alguien tenga un apelativo común como:
Jorge, Alejandra, Alberto, María o Pedro
Que:
Herculano,
Pancracia, Glafiro, Eulalia o Cleto
porque aunque no
queramos nos gana la risa al escucharlos y nos costará trabajo tomar en serio.
También por
extrañas razones a algunas personas hay gente que les cae mal, nada más por su
nombre, es como si fuera una fobia; sin ninguna explicación.
Eso le pasó a Ernesto Cardenal Gutiérrez: Todos los
Carlos le caían mal porque decía se creían mucho debido a que así se llamaban:
Presidentes, reyes, príncipes, primeros ministros y un gran etcétera.
A los únicos
Carlos que soportaba y no de buena gana era a sus jefes y a sus parientes,
porque de alguna manera u otra tenía que lidiar con ellos; ya sea en su trabajo
o reuniones familiares.
Aunque se cuidó
para que su primero novia y luego esposa Susana; no se diera cuenta, porque su suegro se
llamaba Carlos y con él disimulaba su muy particular fobia.
Cuando se embarazó
Susana quedaron que si era niño llevaría su nombre y si resultaba niña, por
supuesto se llamaría Susana. De cierta manera le dio a entender que no quería
que le pusiera Carlos; su papá se podría malestar por no llamarse como él:
Alberto.
El parto estaba
programado para el miércoles 4 de noviembre. Pidió permiso en el trabajo para
salir temprano de y llegar a ver a Susana y a su hijo al sanatorio.
Cuando llegó estaba Susana sola y
acostada esperando a le llevarán a su “Ernestito” Por tal motivo, aunque estaba
adormilada por la anestesia, se sentía
feliz.
A los 10 minutos se presentó una
enfermera con su hijo en brazos y antes que:
Ernesto
Cardenal Gutiérrez
pudiera decir
algo, la enfermera en el momento que se lo entregaba a Susana le indicó:
“Aquí tiene a su
Carlitos”
El 4 de noviembre era día de San
Carlos.
Sala
de mi casa
22:00
- 23:00 p.m.
28/XI/2015
1 comentario:
Jajajajaja pobre criatura del señor en fin si suele pasar hasta en las mejores familias...
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