Este blog fue creado pensando en Dacne y está dedicado a Wendy González Salinas

domingo, 12 de febrero de 2023

CAFÉ CON PIQUETE (CUENTO) Por Carlos Bernal Romero

Para mi hermano Mayo

Que es a todo dar

 

Póngale un poco más de ron al café Doña Gertrudis

Oído en La Lagunilla


 Los velorios en México y sobre todo en la capital pueden ir desde la auténtica pachanga como en las películas mexicanas y la canción del Maestro Chava Flores:

         

“Cerró sus ojitos Cleto”


hasta melodramas dignos de una truculenta telenovela


Lo que no puede faltar en ninguno de los dos casos es la bebida y la comida. Desde un sencillo: “Café con piquete” (que puede ser ron, tequila o mezcal) y galletas o pan dulce; hasta auténticas cenas (que incluyen botanas, canapés, refrescos y hasta jugos)

         

Alberto y José Juan se habían quedado de ver en el “Sanborns de Pabellón Cuauhtémoc” para primero desayunar y después pasar un día agradable como hasta las ocho de la noche; en que José Juan llevaría de regreso a Alberto a su casa.


El primero descansaba los martes y más o menos se quedaba de ver con el segundo cada tres semanas o un mes para pasar un día tranquilo; que casi siempre terminaba con una comida cena preparada por Esther, la esposa de José Juan con la que Alberto se llevaba muy bien.


Recién jubilado JJ, era dueño total de su tiempo y podía manejarlo como mejor le pareciera. También tenía la manía desde hace bastante tiempo de traer muy poco efectivo en la bolsa; porque le gustaba pagar absolutamente todo con tarjea de crédito o de débito.

         

El martes siete de febrero después de desayunar le dijo a Alberto, que esta vez no irían a su casa, porque tenía que hacer un encargo; que si quería lo acompañara o lo podía dejar en una estación del metro.

         

Para pasar la tarde como siempre, aceptó irse con él. Se tardaron mucho más de lo planeado y por tal motivo José Juan no paso al cajero automático a sacar dinero para comprar cosas para la comida; como era su costumbre.


Cuando se dieron cuenta ya eran las nueve de la noche y José Juan le preguntó a Alberto:

         

-¿Quieres cenar tacos?

         

Como desde la mañana no había probado nada y tenía hambre respondió:

        

-Por supuesto


Fueron a una taquería que le gustaba mucho a JJ, pero que no aceptaban tarjetas de crédito y se acordó que tenía menos de 100 pesos en la bolsa y se lo comunicó a su amigo que le dijo que se estacionara para pensar lo que harían.

         

Sin darse cuenta lo hicieron frente a una funeraria y cuando estaban a punto de bajarse del auto; salió un hombre del interior y les preguntó:

         

-¿Vienen al velorio?

         

Sin pensarlo dos veces y sorprendiendo a su amigo Alberto:

         

José Juan respondió:

        

-Sí.

 La Casa de Las Lunas

22:0023:00 p.m.

11/II/2023

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