Este blog fue creado pensando en Dacne y está dedicado a Wendy González Salinas

domingo, 8 de mayo de 2016

AZUL SARAÍ (CUENTO) Por Carlos Bernal Romero

Para Azul Saraí
Una bienvenida feliz a este mundo

A unos niños los trae la cigüeña; a otros el Pato Lucas
Oído en Neza

Antes de la relativamente nueva (Alrededor de 40 años) e indispensable “Educación Sexual”, la explicación que se les daba a los pequeños acerca de    cómo llegaban los niños era: Tierna, romántica e infantil.

A la pregunta expresa:

-Mamá ¿Cómo nació mi hermanito?

Había una respuesta concreta:

-Lo trajo la cigüeña de París   

Esta leyenda es tan vieja, que difícilmente se podrá encontrar una versión mínimamente coherente para darla como buena o verdadera para difundirla.

El lugar donde vivía Azul Saraí era una dimensión paralela al Planeta y en él, los niños y las niñas hablaban y razonaban casi desde que nacían,  como si fuera una: “Ciudad de los niños”

Era algo así como la fábrica de juguetes de Santaclos; en el cual también solo había un adulto que era una especie de Jefe de Gobierno que les daba órdenes.

Azul Saraí quería conocer la Tierra y le insistía a su jefe que la dejara ir. Pero por más que le insistía; le decía que todavía no le tocaba venir y que se aguantara un poco.

Este lugar que era un poco  virtual y era conocido como “La Pequeña Paris” y aunque no era nada común; el animal  o la mascota oficial era La Cigüeña.

Ajena a lo que pasaba en esa pequeña ciudad virtual: Vicky López estaba como la protagonista de la canción: 

“Qué alegre va María” de Sergio Esquivel:

“Que Alegre va María; caminando por la Ciudad; platicando con su niño va; con su niño que pronto vendrá”

A principios de mayo del 2016 imitando a Hernán Cortés que se vino sim permiso de Cuba a Yucatán; se salió de su ciudad virtual para conocer el Planeta Tierra.

El tres de mayo del 2016 pasaron dos cosas al mismo tiempo:

Azul Saraí

 Llegó al Distrito Federal y a Vicky López…

La cigüeña le trajo un bebé de París.

Vips Asturias
12:00  -  13:00 p.m.
7/V/2016

1 comentario:

Unknown dijo...

Bueno Caballero no entendí la moraleja de tu cuento