Este blog fue creado pensando en Dacne y está dedicado a Wendy González Salinas

domingo, 21 de febrero de 2016

DECISIONES (1) (CUENTO) Por Carlos Bernal Romero

Siempre he pensado que las normalistas ni las amas de casa reales o
Virtuales deben dar clases en preparatoria
Jean Piagget considerado el “Padre de la Pedagogía”

Algo sucede en la mente de los automovilistas (el 99.99% hombres) que al estar cerca de las vías del tren y escuchar el silbato de que está por pasar; le quieren ganar el paso y aceleran.

Hasta ahora nadie ha podido lograrlo. Es más ni el mismísimo David Silva en “¡Esquina bajan!” (Alejandro Galindo Amezcua 1948) en su papel del chofer de autobús; Gregorio del Paso.

Ernesto Mendoza Hernández desde chico tuvo problemas económicos, los cuales propiciaron que dejara de estudiar y terminara con muchos trabajos la primaria.

La pobreza de la familia hizo que abandonara los estudios y tuviera la necesidad de aportar dinero para el mantenimiento de la misma que era numerosa.

En total la conformaban 10 integrantes (Sus padres y siete hermanos) de edades muy diferentes, pero con la misma estrechez económica que él, que era el mayor.

Así desde los 12 años desempeñó varios  oficios, permitidos y no por la Ley del trabajo infantil; las cuales le generaban mucho o poco dinero; dependiendo del lugar.

Hasta que a los 18 años encontró un trabajo estable; contratándose como chofer de una de las tantas líneas de microbuses que abundan el Estado México.

Ernesto era un conductor atípico: Bien vestido; amable con los pasajeros; escuchaba la música a un volumen normal, pero sobre era muy respetuoso para conducir.

En el 2015 a los 20 le  ofrecieron más dinero para manejar en otra línea; aunque no estaban las unidades en tan buenas condiciones; aceptó porque ya se había casado y era padre de una niña.

Continuaba siendo un chofer serio; sin embargo, empezó a tener varios incidentes de tránsito, debido a las fallas mecánicas de las unidades que manejaba.

Hizo los reportes correspondientes, pero al ver que eran completamente ignorados;  decidió no quedarse más y adecuarse a sus condiciones actuales de trabajo.

Un día a finales de diciembre del 2015; se levantó con una hiperactividad bastante rara y completamente inusual para su tranquila personalidad.

Su ruta iba del Municipio de Cuautitlán de Romero Rubio en el Estado de México a la estacan del Metro Politécnico del Distrito Federal  el cual había cubierto infinidad de veces.

De pronto al acercarse a las vías del tren y  oír el silbato del de la maquina anunciando su paso, un torrente de adrenalina se apoderó de todo su cuerpo y aceleró para ganarle la carrera.

El motor y el microbús se detuvieron a la mitad de las vías y cuando rezaba resignado el choque con todas sus consecuencias:

Ernesto Mendoza Hernández:

Se despertó sudando.

(1).-  Título de una canción del Maese panameño Rubén Blades

Sala de mi casa 
22:00  -  23:00
                       20/II/2016   



  
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1 comentario:

Unknown dijo...

Caballero que bueno que todo era un sueño aunque si muchas personas suelen hacer eso pero la adrenalina también se vive en el color ambar del semáforo