Para Verónica Mendoza
Donde quiera
que se encuentre
Si no regreso ahí te dejó mi twitter
Oído
en el Jardín de
niños
Con respecto a
volar en un avión sobre todo comercial hay tantos mitos y leyendas que no es
fácil distinguir entre que es verdad y qué imaginación de los pasajeros.
Así, dicen que
hay gente que no la hacen subirse a un
avión a ni por, parafraseando al Abuelo Geno:
“Ni con orden de juez”
Para fortuna de
Verónica Milagros Mendoza Argenta no era supersticiosa con respecto a volar; a
pesar de que de su provincia natal: Mendoza, Argentina, despegó por última vez
el avión que horas más tarde se
estrellaría en “Los Andes” y que traía a bordo a los ya míticos
“Sobrevivientes de los Andes”
Residente de la
Ciudad por más de diez años y sicóloga de profesión; aprovechaba los meses de
julio, agosto y diciembre para regresar a su “Patria chica” y la única manera
de llegar hasta allá, era volando.
Cuando la gente
se enteraba de su lugar de origen y además sabían lo del avionazo, gracias a
las películas que habían visto, inmediatamente
le preguntaban:
-¿No tienes
miedo que vuelva a ver un accidente simular en la nave en que tú vayas a
bordo?”
Preparada para
esa interrogante, que cada día se hacía más frecuente, contestaba:
-No porque soy
sicóloga y no puedo ser supersticiosa. Además le tengo pavor a sobrevivir y
quedarme sin comida.
El viaje de
regreso sería en diciembre; para pasar Navidad y Año Nuevo en Maipú su lugar de
nacimiento; se le había convertido en un ritual hacerlo y por ningún motivo
estaría dispuesta a dejar de realizarlo.
De esta manera a
principios de noviembre, les decía a sus pacientes:
“Recuerden las consultas se suspenden
del 15 de diciembre al 6 de enero. Regreso el 7”
El 14 de
diciembre tuvo el sueño más intranquilo de su vida y vio con claridad que el
avión que abordaba en el aeropuerto de “su” Mendoza; también se estrellaba en
“Los Andes”
Despertó sudando
y por un instante dudó en trasladarse a la terminal aérea que la llevaría a
Maipú. Estuvo a punto de hacerle caso a su premonición; cuando escuchó una vez
en su interior:
“Tú eres
sicóloga y los sicólogos no pueden ser supersticiosos”
Pasó quizá las
vacaciones más increíbles de su vida. El
6 de enero:
Verónica Milagros Mendoza Argenta
Se dirigió al aeropuerto de Mendoza. Al
día siguiente Rodrigo Valdez su paciente más antiguo, que tenía cita a las
nueve de la mañana, nunca se enteró que:
La Licenciada
Verónica Mendoza…
No podía ser supersticiosa.
Sala de mi casa
20:00 -
21:00 p.m.
13/II/2016
1 comentario:
oh vaya Caballero te hago una observación escribiendo la palabra sicóloga con p, psicóloga, aunque es correcta de todos modos por su pronunciación jejeje y cierto las psicólogas no podemos darnos ese lujo de ser supersticiosas excelente cuento
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