Deberíamos
quitarle adjetivos a la muerte
Oído
en Michoacán
Por
respeto, cábala, miedo o costumbre las carrozas fúnebres son individuales, sin
importar el tamaño del vehículo que transporte al muerto o difunto.
Carretillas
jaladas a mano, carrozas llevadas a paso lento por burros o caballos para que
la gente caminara a su lado acompañando a los deudos rumbo al panteón.
Actualmente
por lo menos en la Ciudad de México, las carrozas fúnebres, son camionetas
negras y muy largas que por detrás parecen literalmente ataúdes rodantes.
Ernesto
Cardenal Hernández por fin había logrado tener su propia agencia funeraria que
haría o llevaría a cabo todos los pasos del funeral de una persona, desde el
primer momento de su muerte.
Pero
sin perder el respeto por las formas que este servicio conlleva, Ernesto quería
revolucionar este ramo comercial para abaratar costos, tanto para el empresario
como el cliente.
Después
de muchos trámites y resistencias de las Autoridades sobre todo del Sector
Salud, logró que le dieran “Luz verde” a su proyecto que cambiaría para siempre
a esta industria.
Exactamente
el “Viernes Santo” del 2014, que este año sería 18 de abril puso a funcionar su
invento, que se le había ocurrido después de ver la película de Tim Burton:
“El
cadáver de la novia” del 2005
Si este primer servicio resultaba sin
incidentes, la fama y fortuna le “sonreirían” para toda la vida y sin duda haría un emporio de:
“Funerales
Cardenal”
Pero
el cortejo fúnebre que iría al Puerto de Veracruz desde la Ciudad de México,
sufrió y el carruaje fúnebre se volteó y con el para siempre su futuro
económico.
Lo
único bueno es que no hubo muertos, porque el chofer salió ileso y el autobús,
con 20 pasajeros y que era la idea de:
Ernesto Cardenal Hernández
Transportaba
puros difuntos.
El Portón Plaza
Eduardo Molina
17;48 - 18:48 p.m.
17/IV/2014
1 comentario:
jajaja me encantó, es simplemente genial, es la ironía de la vida misma, la Muerte pues, en México, es básicamente algo que no se puede describir (en el sentido del dolor) pero cada 2 de noviembre nos reímos, la recordamos, pero también sentimos por ella un profundo respeto, más allá de las tradiciones, la Muerte sigue siendo un total misterio, al menos para mí...
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