Hace mucho calor y no es de hogar
Oído en el orfanatorio
De pronto varias “Olas de calor” literalmente azotaron a la República Mexicana; con temperaturas nunca vistas ni sentidas por los mexicanos en todo el país.
Hasta en la Ciudad
de México que tradicionalmente tiene un clima templado y que cuando hace calor,
el termómetro llega máximo a los 25 grados; se había llegado a temperaturas
récords de 30 a 33 grados.
Por tal motivo se empezó a escuchar un
término que antes sólo se relacionaba con los deportes y sobre todo de los
llamados de “alto rendimiento”:
“Golpe de calor”
Éste consiste en:
Trastornos ocasionados por el aumento
de la temperatura del cuerpo como consecuencia de la exposición prolongada a
altas temperaturas y humedad o el esfuerzo físico intenso en altas
temperaturas.
Y que pueden ocasionar la muerte.
Don Alberto Jiménez Torres originario
de Apodaca Nuevo León a pesar de sus 60 años era un jinete consumado y montaba
a caballo; como si hubiera nacido arriba de uno.
Uno de sus pasatiempos favoritos era
recorrer su hacienda que era de las más grandes de la región; precisamente montado
en uno de los cinco preciosos corceles de su propiedad.
Apodaca no estaba
exento de las altas temperaturas que había en México y llegaron a tener días de
hasta 44 grados; por lo que las autoridades del lugar les recomendaron a sus
habitantes; no hacer ningún tipo de ejercicio con demasiado esfuerzo físico.
El caballerango de la hacienda:
Laureano Treviño que tenía muchos años trabajando para Don Alberto le dijo el
sábado 17 de junio; cuando su patrón le indicó que ensillara unos “cuacos” porque
iba a dar su cabalgata diaria:
-Hoy no salga a
montar patrón le puede dar un “Golpe de calor”
Sin hacerle caso como único comentario
indico:
-Hágase a un lado
y empezó a
cabalgar
Como efectivamente hacía mucho calor le
costó más trabajo montar; porque su caballo no obedecía sus órdenes como de
costumbre; porque también se sentía incómodo por el sol que estaba pegando muy
fuerte.
Contra su
costumbre y visiblemente acalorado se detuvo para tomar agua de manantial que tenía
en la hacienda. El equino seguía muy inquieto por el sol que brillaba a todo lo
que daba porque no había nubes.
Cuando:
El dueño de la Hacienda: “La
Misteriosa”
Uno de los mejores jinetes que había en
todo Nuevo León desmontó; recibió una sorpresiva, inesperada y muy fuerte coz
del animal y cayó desfallecido.
Don Alberto
Jiménez Torres:
Había muerto de un:
“Golpe de calor”
Como se llamaba su caballo.
La
Casa de Las Lunas
22:00
– 23:00 p.m.
17/VI/2023
1 comentario:
Pues era su destino:
Morir por un golpe de calor o por un golpe de calor. No hubo para donde hacerse.
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