Siempre fue muy hábil con su mano izquierda
Memorias de un carterista
Por lo general las personas nacen “completas” con todas sus extremidades, tanto piernas como brazos y junto con los brazos van tanto la mano derecha como la izquierda.
Con respecto a la
habilidad que tiene la gente con una o ambas manos para escribir o hacer
diferentes actividades; se ve como natural a los que todo lo hacen con la mano
derecha y se les llama “diestros”.
Después vienen los que conocemos como
“ambidiestros” que son los que pueden usar tanto la derecha como la izquierda
con la misma facilidad y son muy apreciados en el mundo del deporte.
Finalmente están los zurdos que sólo
son entre el 8 y 13% de la población mundial; por tal motivo desde siempre se
les ha visto raro; se ha dicho que están locos y hasta se les conoce como
“siniestros”.
Así desde que
nació Alberto Betancourt Hernández tuvo al mismo tiempo esa habilidad y
hándicap: Era zurdo y aunque nació en 1983 y ya no le amarraban la mano; para
obligarlo a escribir con la derecha, tuvo que ingeniárselas desde la primaria
para “tomar clase”.
Porque no había pupitres para zurdos y
tenía que hacer literalmente malabares para escribir en sus cuadernos; los
apuntes de cada clase porque hasta los útiles más sencillos estaban diseñados
para los “diestros”.
Aún así supero
todos los obstáculos que se le presentaron por su condición de zurdo y no sólo
terminó una carrera universitaria; sino que se convirtió en un brillante
profesionista.
Como “Dicen los clásicos” a Alberto la
mano derecha sólo le servía para cobrar y lo hacía bastante bien; porque era y
por mucho el mejor de su profesión a los 25.
También le gustaba mucho jugar billar y
como era zurdo; casi nadie le ganaba. De igual manera era la actividad donde
más usaba su brazo y mano derechas; para agarrar el “taco”.
Exactamente cuando
cumplió 30 años; el 25 de enero del 2013; en un aparatoso accidente de tránsito
perdió el brazo derecho. Se lo tuvieron que amputar para salvarle la vida y no
se le gangrenara todo el cuerpo.
Después de un muy difícil periodo de
recuperación; que le costó: “Sangre, sudor y lágrimas” y cinco años de su vida;
regresó a sus actividades diarias. Lo primero que hizo para celebrar su
regreso; fue jugar un partido de billar.
Y cuando, a pesar de ser tal vez el
mejor de su profesión en México; todos sus amigos y conocidos pensaban que se
iba retirar; por tener ahora sólo el brazo y la mano izquierda:
Alberto Betancourt
Hernández
Ahora de 35 años sorprendió a “propios
y extraños” al declarar:
“Mi mamá Vianca me ayudará siendo mi
brazo derecho y yo…
Seguiré siendo dentista”.
La
Casa de Las Lunas
22:00
– 23:00 p.m.
8/IV/2023
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