Este blog fue creado pensando en Dacne y está dedicado a Wendy González Salinas

domingo, 5 de marzo de 2023

JAVIER (CUENTO) Por Carlos Bernal Romero

Para Alberto (Peláez)

 Porque sus excelentes entrevistas

Me dan ideas para escribir estos cuentos

 

- ¿Te han dicho que tienes cara de Benito Juárez?

Oído en Guelatao


 Cuando uno es joven está lleno de sueños y cree de verdad que, como dicen por ahí, se:

         

“Puede comer la lumbre a puños”

         

También hay muchachos que tienen en la mente desde niños lo que quieren ser de adultos y no se detendrán hasta lograrlo o literalmente:

         

“Morirán en el intento"


Eduardo Carbonel Gómez nacido el 16 de noviembre de 1970 en la ciudad de Camargo Chihuahua, desde los 12 años decía que él iba a ser cantante y a triunfar en la Ciudad de México como su paisana:

         

Luz Elena Ruiz Bejarano mejor conocida como Lucha Villa

         

Porque siempre decía:

         

“Si nací en el mismo lugar que la gran Lucha Villa; tengo que poner en alto el nombre de mi ciudad y también su nombre; paraque digan que soy digno paisano de ella”


Eduardo tenía una voz entonada y lo invitaban a participar en todos los festivales escolares; para los iniciara o los cerrara cantando un par de canciones famosas de la también llamada:

         

“Grandota de Camargo”

         

Cuando terminó la secundaria a los 16 años y ya había cantado en vivo en la estación de radio de su comunidad; sabía que si quería triunfar como cantante de ranchero; también tenía que venirse a la capital del país.

         

Llegó exactamente cuando cumplió los 17; el 16 de noviembre de 1987 y de inmediato se trasladó a la Plaza de Garibaldi; el legendario lugar ubicado en el centro de la ciudad y donde tocaban alrededor de 40 grupos de mariachis.


Desde el primer instante le dijeron:

         

“Tú tienes cara de Javier; porque te pareces mucho a Javier Solís”

         

Que lo compararan, aunque fuera sólo físicamente con uno de los mejores cantantes de la historia de México; era todo un halago; aunque el iba tras la huella y los éxitos de Lucha.

         

Durante un año lo dejaron echarse unos “palomazos” con varios mariachis; pero sin pagarle nada y sólo lo invitaban a comer y a veces a cenar. También a quedarse a dormir en un restaurante cuando cerraban.


Un año después el miércoles 16 de noviembre cuando cumplió 18 años; no había logrado nada y tampoco ganado dinero. Alguien le dio tres pesos y le dijo:

         

“Vete a la avenida Marina Nacional número 100. Ahí está un restaurante; el dueño es mi amigo y te va a dar trabajo”


Antes de irse caminando los cinco kilómetros que había ente Garibaldi y Marina Nacional se compró un “Gansito Marinela” que costaba un peso con cincuenta centavos y se lo fue comiendo por el camino.

         

Dos horas después cuando estaba arriba de un puente peatonal; completamente desilusionado y derrotado; sentó en el borde con los pies colgando y decidido a suicidarse.

         

Cuando estaba a punto de hacerlo y todavía con el delicioso sabor a chocolate del “Gansito”; se acordó que le quedaban otro peso con 50 centavos en la bolsa:


Eduardo Carbonel Gómez

         

Se paró sonriendo y se dijo a sí mismo:

         

“¡Qué pendejo eres Javier todavía te alcanza para otro Gansito!”

         

Y se dirigió al restaurante para empezar una nueva vida.


La Casa de Las Lunas

22:0023:00 p.m.

4/II/2023

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