-¿Mamá todos los carpinteros son buenos?
Oído en la Colonia Jerusalén
Por lo general cuando un hombre y una mujer de clase media baja deciden casarse; es porque ambos están realmente enamorados y piensan que juntos tendrán un mejor futuro.
A veces esto sucede,
sobre todo porque al padre de familia le empieza a ir muy bien económicamente y
eso se ve reflejado en del estilo de vida de los integrantes de la familia.
Lo malo que casi siempre con esta
mejoría económica; el progenitor se siente superior a los demás del clan y cree
que sus decisiones y opiniones son las únicas que deben contar como si fuera un
todopoderoso.
Cuando José Vicente conoció a María del
Refugio “Cuquita” para todos; en su natal Huentitán Jalisco era una muchacha de
familia menor de edad, pero que ya estaba embarazada.
Así el día que
José le propuso matrimonio a María; ella fue muy honesta con él y le dijo:
“Acepto tu propuesta, pero quiero que
sepas que estoy esperando un hijo y se va a llamar Jesús como su padre”
José estaba tan
enamorado que aceptó esa condición.
Así José Vicente Sagrario y María del
Refugio Villaseñor se casaron el 27 de diciembre de 1963; cuando ella todavía
no cumplía aun los 18 años. Él era carpintero y ella ama de casa.
Jesús Sagrario Villaseñor nació seis meses
después de la boda y trajo felicidad a los jóvenes padres; de 18 y 24 años
y José se comprometió a trabajar muy duro en la carpintería para mejorar su
posición económica.
Las condiciones en las que vino al
mundo el niño Jesús no fueron las deseadas por ambos: porque al no tener para
pagar un sanatorio particular y ni siquiera los gastos que generaría un
hospital del gobierno nació en la humilde casa paterna.
Desde el principio José Vicente,
“Chente” para los amigos, le dejó bien claro a María del Refugio “Cuquita” que
ella sólo tendría que dedicarse a su hogar y a cuidar a su hijo Jesús o “El
chavo Chuy” como le decían en la escuela.
Eso a sus 17 años le pareció muy
amoroso y lo aceptó sin protestar; porque sabía que tenía que su esposo se las
arreglaría; para darles una mejor vida a los tres.
Y sí efectivamente
Chente en una década pasó de ser un humilde carpintero de Huentitán; a ser el
dueño de las mueblerías más importantes no sólo del estado de Jalisco; sino de
todo México
23 años después La Familia Sagrario era
y por mucho la más acaudalada de la región; tanto que tenían un impresionante
rancho que tal vez era el más grande de América Latina.
En la cena de Año Nuevo de 1990; el 30
de diciembre cuando Cuquita cumplía exactamente 40 años; Chente 45 y el hijo
23; le dijo a su esposo:
-El año que entra empiezo a trabajar
Al oír esto entró en cólera y casi
gritó:
-Ya te dije que tú no trabajas y te
quedas en la casa
Jesús que estaba sentado en la mesa;
después de sonreírle a María:
Le dijo a José:
-Papá tú no eres Dios.
La
Casa de Las Lunas
22:00
– 23:00 p.m.
26/III/2022
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