Para Fernando
Que me contó la
anécdota que sirvió de base para hacer el cuento
A cada quien que
su gusto lo engorde
Noño
Dicen
que los refranes son exactos e infalibles porque representan la sabiduría de un
pueblo a través de las palabras y experiencias de los más viejos.
Uno de ellos dice que cuando alguien
encontró:
“La horma de su zapato”
y
significa:
Que por fin una persona que hace
exactamente las mismas cosas negativas que ella, pero de forma magnificada y
casi siempre con consecuencias peores.
Desde muy chico Francisco Ramiro Méndez
Márquez había demostrado una habilidad notable para realizar cualquier cosa con
la mano derecha, pero inexplicablemente tenía una torpeza formidable con la
izquierda; parecía que no le servía para nada.
Pero
él no se daba por vencido ni por enterado de esto y cuando estaba con su
familia compuesta por su abuela materna, papás y dos hermanos comiendo; quería
llenarles a todos sus vasos con agua de una jarra que siempre ponían en la mesa
y usaba la zurda.
De
esta manera siete de cada diez veces tiraba su contenido en la mesa o en la
ropa de uno de sus familiares; con el respectivo enojo del perjudicado
acompañado de la frase:
“¡Ay Francisco!”
Como única defensa él replicaba:
“Es sólo agua y se seca”
Cuando entro a la Universidad a
estudiar “Ciencias de la Comunicación les dijo que quería presentar formalmente
a su novia:
Jazmín Índira Álvarez Hurtado
Su
papá que era tan espléndido y familiar señaló que él invitaría a comer a todos
a un buen restaurante para celebrar la ocasión y conocer a su primera nuera por
parte de Francisco Ramiro
Se quedaron de ver ben uno de los
mejores y más exclusivos restaurantes del centro; conocido por el excelente
trato a los comensales; ambiente de lujo y una deliciosa y excelente comida:
“El Cardenal” ubicado en la calle de
Palma número 23
La
familia llegaría por un lado y Francisco Ramiro y Jazmín Índira por su cuenta.
Una semana antes Francisco se había fracturado la mano izquierda (Que tiro
muchas jarras de agua e b la mesa familiar) y ahora únicamente usaba la que sí
le servía.
Una
vez sentados y hechas las presentaciones de rigor. Pidieron dos jarras grandes
de agua de horchata, con la tranquilidad que nadie tiraría su contenido a la
mesa o en uno de ellos.
Ella
quiso ser amable y sin que los demás la vieran trato de servir dos vasos de
agua, pero la tiró encima de un libro muy caro que toda su familia sabía que
había comprado Ramiro con mucho trabajo. Cuando los demás se dieron cuenta:
Jazmín Índira Álvarez Hurtado
Exclamó:
“¡Ay Francisco!”
Todo
desconcertado sin saber qué hacer o decir, porque esta vez era inocente; se
quedó callado y literalmente morado de coraje y más al ver su libro de 800
pesos casi echado a perder.
Cuando por fin:
Francisco Ramiro Méndez Márquez
Iba a replicar algo; su hermano Rodolfo
con toda la “mala leche” del mundo le indicó:
“Es sólo agua y se seca”
Sala de mi casa
22:00
– 23:00 p.m.
20/IV/2019
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