Para
Alejandro Manuel
Nunca
será lo mismo: María José que José María
Oído en el Registro Civil
Una
tradición tanto mexicana como argentina es ponerle a las niñas, pero sobre todo
a los niños, dos nombres al registrarlos y bautizarlos sin importar la religión
de sus padres.
Aunque
no hay reglas con respecto al orden de los nombres compuestos, siempre hay unos
que van primero como:
Juan,
Blanca, José, Alma…
Y
el que hoy nos ocupa. 99 de cada 100 de los que fueron registrados con estos
dos apelativos juntos; se llaman:
Manuel Alejandro
La
excepción que confirmaba la regla y le había dado más de un “dolor de cabeza” a
su dueño era:
Alejandro
Manuel González Fernández
Con
12 años y a punto de entrar a primero de secundaria, desde muy chico se
distinguió por un dominio sorprendente del público y una voz natural de
locutor.
Por
tal motivo más de una persona le había sugerido a su papá, inscribirlo en la
escuela de actuación de Televisa, pero se negaba sistemáticamente, aduciendo
que deseaba una niñez normal para su hijo.
Mientras
éste, por lo menos tenía que corregir una vez al día a alguien que le decía:
-Manuel Alejandro
como
era muy educado, indicaba:
-Alejandro
Manuel, si me haces favor
Eran
tantas sus cualidades que uno de sus parientes maternos, parafraseó a Joaquín
Pardavé en “Los hijos de Don Venancio” y puntualizó:
“No cabe duda que el crío es un
Fernández, que caray”
Porque
además de su “Don de gentes” Alejandro Manuel era un excelente alumno y a pesar
de su corta edad resultaba:
“Todo
un caballero”
La
fama del hijo del legendario Alejandro González y Muñoz llegó a oídos del cura
de su colonia y lo invitó a leer pasajes de la Biblia en una de las misas
dominicales.
Hicieron
el trato con un mes de anticipación para el:
Domingo
25 de noviembre del 2018
Mientras
ese momento llegaba, le tuvo que “corregir la plana” a más de uno que, para no variar, le había
cambiado el orden de sus nombres y eso lo empezaba a desesperar.
A las seis de la tarde, ataviado de forma muy
elegante y formal para la ocasión, estaba parado frente al altar. Cuando el
cura dijo al presentarlo; dijo:
“El
joven Manuel Alejandro leerá…”
No
lo dejó terminar la frase y sin poderse contener por la “enésima equivocación:
González Fernández exclamó ante los
silenciosos feligreses:
“¡Alejandro
Manuel: Padre…
Con
un demonio!”
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San Juan de Aragón
16:00 - 17:00 p.m.
24/XI/2018
1 comentario:
Jajaja suele pasar
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