Para Concepción Lombardo Gil de
Portearroyo de Miramón
Porque sin su testimonio:
No se podría entender el Siglo XIX mexicano
Algún día
escribiré mis memorias
Alois
Alzheimer
Las
autobiografías también conocidas como “Memorias”, tienen la misma cantidad de
adeptos que detractores, los cuales no le ven ninguna utilidad.
Tanto así que
indican, las personas que las escriben no dicen nada interesante, o lo
redactado en esas páginas tiene poco o nada de real o verdadero.
Aunque también
para los seguidores de este género literario, las memorias de alguien
importante, son fundamentales para conocer una época de una ciudad o país.
Genaro Manríquez
Salinas, mejor conocido como el Abuelo Geno nació el 17 de agosto de 1938 en
Monterrey, Nuevo León, pero desde adolescente se vino con su familia a vivir a
la Ciudad de México.
Por tal motivo
cada vez que le preguntaban:
-¿De dónde eres?
Geno siempre
respondía:
-Soy
puro chilango
Como era un hombre inteligente, que le
gustaba leer, escribir y todo lo relacionado con la Ciudad de México, a la cual
había rebautizado como:
“La Ciudad de Dacne”
en honor a su
nieta consentida:
Dafne Manríquez
Bonilla
Su esposa, la
Abuela Sara le preguntó:
-Geno ¿Por qué
no escribes tus memorias?
No le sorprendió
la pregunta de Sara, porque después de 50 años de vivir con ella, lo conocía a
la perfección y sabía que tenía el mismo “Síndrome de Agustín de Iturbide”:
No podía dejar
de escribir
Así, como una
respuesta indicó:
-Creo que
exageras, viejita
Pero a partir de
ese momento le “empezó a dar vueltas” esa idea y se preguntó a si mismo:
“¿Y por qué no?”
El sábado 1 de
enero del 2018 le puso el título:
“Genaro
Manríquez Salinas Memorias”
Una semana después, no había escrito
nada más, porque:
El Abuelo Geno:
Tenía principios
de Alzheimer.
Toks
Politécnico
14:00 – 15:00 p.m
6/I/2018
1 comentario:
Uy el Alemán no solo a los adultos mayores les da hay varias personas adultas jóvenes que presentan síntomas
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