Esto no volverá a pasar
Oído
en el PRD
Se trataba de la
clásica familia de los 70’s con cinco integrantes, en el cual el menor tenía 25
y parecía haber salido de una película de la “Época de Oro” del Cine Mexicano.
Los
Manríquez-Arenas estaban compuestos por: Alberto y Eneida y sus hijos:
Alberto, Eneida, Andrés, Maribel y Fernando
todos profesionistas,
menos Fernando.
Esta situación
preocupaba y molestaba a sus padres; porque Fernando era el único que no había
terminado una carrera. Todo parecía que nunca lo haría.
-Por Dios hijo. ¿Cuándo vas a “Sentar cabeza?
Divertido por la
expresión de su madre, Fernando respondió:
Su padre adoptando una actitud típica de
Fernando Soler; señaló:
-Además de dos
años a la fecha, no nos has dicho a qué te dedicas
Sin perder la
sonrisa por las poses de su papa; indicó:
-No te
preocupes, en el trabajo en donde estoy, gano muy bien
Eneida un poco
desesperada dijo:
-Por lo menos
dinos dónde trabajas
Para no soltar
la carcajada en frente de su progenitora, se dirigió a la puerta y antes de
salir; puntualizó:
-Mejor ocúpense
de sus hijos profesionistas
En su familia todos estaban intrigados
del porqué sin tener un título universitario. Fernando era el que más ingresos
tenía. Suponían que andaba en negocios turbios.
Para terminar
con sus sospechas; un día Alberto siguió a su hijo a su centro de labores. Para
que no lo reconociera se puso un sombrero y una gabardina.
Los dos se
bajaron en Metro Insurgentes para dirigirse a la Glorieta. En un descuido lo
perdió de vista entre la maraña de gente que caminaba a esa hora por el lugar.
Por más que
trato de localizarlo; le fue imposible hacerlo. Alberto Se metió a un
restaurante de comida rápida para ver si lo encontraba por casualidad.
30 minutos
después cuando estaba a punto de volverse a meter a la estación del metro; se le acercó su hijo:
Fernando Manríquez Arenas
Y le dijo:
“Una limosnita
por el amor de Dios”
Sala de mi casa
22:00
– 23:00 p.m.
7/III/2015
1 comentario:
JAJAJAJAJAJAJAJJAJAJA QUÉ MAMÓN!!!! jajajajaja buenísimo cuento... ¡Ovación! Retrataste un problema que aqueja a nuestra sociedad últimamente.
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