Ahora resulta que el pendejo soy
yo
Alberto Manríquez Blanquet después de que le robaron su laptop en un
vips
Cuando un cliente va a
comer o a tomar café a un restaurante tipo vips, presupone que está en un lugar
seguro y que se puede parar al baño y dejar sus cosas en su mesa o gabinete,
sin peligro que se lo roben.
Pero la realidad es otra, porque en algunas unidades ante la complicidad
o indiferencia del Gerente (Para el caso es lo mismo) a un comensal le pueden
sustraer de su mesa, cualquier objeto, como quien le “Roba un dulce a un niño”.
Como si fuera una máquina o un robot, la computadora la prendía y
empezaba a usar a partir de las 16:30 p.m. para que su pila le durara bien
hasta las 19:00, que era la hora, que por lo general la apagaba y se iba a su
casa.
Por la frecuencia que iba,
era conocido por todo el personal que tiene contacto directo con los
consumidores, desde las meseras hasta los garroteros, pasando por las jóvenes
que están de cajeras.
Como sólo tomaba café y se
quedaba mucho tiempo, no era bien visto por algunos, sobre todo por el Gerente,
aunque más de una mesera lo tratara como si fuera el dueño, siguiendo una de
las máximas de “Adriano”, personaje principal de la excelente novela:
“Las mujeres de Adriano”
de Héctor Aguilar Camín.
“En vida hazte de dos
restaurantes que te traten como si fueras el dueño y un amigo médico que te
ayude a bien morir”
entonces Alberto hacía caso omiso de la actitud del encargado de esa
unidad.
De esta manera cada cierto tiempo se paraba a
caminar, para no estar tanto tiempo sentado y dejaba su laptop dentro de un
morral o ya abierta sobre la mesa y 10 minutos después regresaba a escribir.
Resultaba una imagen tan
habitual, que a la hora que iba y el tiempo se quedaba, que hasta los otros clientes
que también eran frecuentes como él, lo veían ya como parte de la decoración.
Así fue hasta el lunes 13 de mayo del 2013.
Llegó a las 14:00 para ser atendido por Lupita, la mejor mesera que hay en toda
la empresa y a las 15:30, cuando se retiraba ella buscaba a Claudia para
terminar su estancia con ella.
El miércoles 15 de mayo se apareció como
siempre en “Vips Plaza Eduardo Molina”, escribió y entre las tres y media y
cuatro de la tarde, se paró al baño y saliendo fue a buscar a Claudia para
sentarse en una mesa o gabinete donde ella atendiera.
Le dijeron que la mandaron a comer y que
regresara a buscarla en media hora, cuando regresó al gabinete en que esta
sentado, se llevó una sorpresa desagradable al ver que ya no estaba el morral
ni su computadora.
Fue a reportar el robo tanto con los Jefes de piso como con el Gerente y
la única respuesta que recibió, fue:
“Usted es el culpable, para que se va al baño y no se
lleva su computadora”
Enojado ante la indiferencia y nula cooperación de los encargados, tomó
las cosas que le quedaron y se dispuso a retirarse del “Vips Plaza Eduardo Molina”,
cuando:
Alberto Manríquez Blanquet
estaba a punto de salir, escuchó
al Gerente decirle a una de las meseras:
“Alcánzalo se está yendo sin pagar”
1).- La historia es real. El
final, inventado.
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