Digan que fue un suicidio y así no
habrá escándalo
Oído en la Fiscalía de la Ciudad de
México
La figura y mención del “Autor
intelectual” se maneja sobre todo en asesinatos que conmocionan a la Sociedad
por la crueldad y frialdad con que fueron cometidos.
Entonces
se presupone que se trata de una persona (Hombre o mujer) que además de tener
un grado de maldad superlativo, también se trata de una persona inteligente y
sobre todo muy calculadora.
Así
un “Autor intelectual” según los psicólogos y psiquiatras es alguien por lo
menos con la preparatoria terminada y a punto de ingresar a la Universidad.
De
pronto las Autoridades del otrora Distrito Federal se encontraron ante la
presencia de un doble asesinato que tenía muy enojados a sus habitantes.
La
Policía y el Procurador trabajaban a” Marchas forzadas” para encontrar a él o
los asesinos. De lo único que están seguros de que había un “Autor
intelectual”.
Llegaron
a esa conclusión al ver la crueldad con la que fue cometido el primer homicidio
que habían realizado con mucha saña y sobre todo el segundo que habían hecho
pasar como suicidio y que la Opinión Pública había dado por cierto.
Entonces empezaron a buscar al “Asesino intelectual” en los lugares que supuestamente frecuentaría
por sus estudios casi universitarios que debería tener.
Dos
semanas después atraparon a los homicidas materiales de la pareja, Los cuales aseguraron que habían sido
contratados por teléfono y no lo conocían en persona.
Así estaban como al principio y sin rastros del “Autor o asesino intelectual” y
parecía que no sería juzgado por este doble y estrujante homicidio.
Las
víctimas habían sido un escritor reconocido y su esposa, a los cuales les
gustaba mucho visitar la “Central de Abastos” a donde iban a surtir su
despensa.
Volvieron
a revisar todo y por fin en algo en que nadie había reparado dieron con el
culpable que llevaban 15 días buscando y parecía se les había escapado.
Fueron
a la “Central de Abastos” y detuvieron al cargador:
Tránsito López N.
Como “Autor intelectual” del doble
crimen y con el cual el escritor y su esposa habían tenido un altercado que
terminó a golpes y en una amenaza de muerte de su parte hacía ellos.
La clave la dio la falsa carta de
despedida de la mujer; que en realidad había escrito Tránsito y que decía:
“Que no se culpe a nadie de mi suisidio"
La Casa de Las Lunas
22:00
– 23:00 p.m.
11/I/2025
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