Los amores verdaderos son eternos
Enrique VIII
Antes que un hombre fuera 10, 20 y hasta 30 años más grande que su: Novia, esposa o pareja, no resultaba un problema moral y tampoco nadie “ponía el grito en el cielo”
Prueba de ello son
muchas películas mexicanas de finales de los 40s a principios de los 60s en las
cuales el o los galanes de la historia; eran en promedio 15 años más grandes.
Pero con la llegada del Siglo XXI y de
los años 2000, pareciera que esa diferencia de edades; es casi un
pecado mortal y los hombres poco menos que unos degenerados sexuales.
Roberto Martínez Herrera que había
nacido el 6 de julio de 1921 era de los que pensaban que la diferencia de
edades; no era un factor para que una pareja fuera feliz.
Por tal motivo no
le daba ninguna importancia a que era 20 años más grande que su pareja:
Ernestina Robles Meléndez. Cuando se conocieron Roberto tenía 36 años y ella
16.
Se casaron dos años después cuando
Ernestina cumplió los 18 años y ya era mayor de edad; para decidir con quien
casarse por la ley sin tenerle que pedir permiso a sus papás.
Así mientras él ya
era un profesionista muy reconocido en su ramo; Ernestina recién había
terminado la preparatoria y el futuro para la pareja no era nada prometedor.
Contra todo pronóstico cumplieron sus
primeros cinco años de casados; después de eso vinieron los dos hijos que
tuvieron y después una vida plena llena de felicidad.
Los 20 años de diferencia empezaron a ser muy notorios cuando cumplieron 60 y 40 años respectivamente; Ernestina todavía se veía “completa” y muy bien.
Mientras tanto
Roberto empezaba a tener los primeros achaques de los adultos mayores y 10 años
después se murió dejándola viuda relativamente joven a los 50 años
Ella continuó su vida dedicada a sus hijos y a los nietos que no tardaron en llegar para cubrir el espacio y vació que había dejado Roberto con su muerte y partida.
Por alguna razón la fecha de nacimiento
de Roberto se tenía presente en la familia:
16 de julio de 1921
30 años
más tarde cuando ella había
cumplido 80 años; empezó a sentirse mal y después de vivir una vida feliz y
totalmente plena; primero al lado de su esposo y después como mamá y abuela:
Ernestina Robles
Meléndez
Lanzó el último suspiro:
Exactamente 100 años después de que su
esposo Roberto había nacido:
El 16 de julio del 2021.
La
Casa de Las Lunas
22:00
– 23:00 p.m.
06/VII/2024
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