Para
mi Claudia por el día de su cumpleaños
Yo
sólo sé manejar poquito
La abuelita de Checo Pérez
Aunque en la
Ciudad de México ha habido muchos avances con respecto a la movilidad de los
autos y la responsabilidad que deben de tener los conductores siguen existiendo
muchos accidentes viales.
Uno de los avances
más significativos es el llamado alcoholímetro; que consiste en poner una
especie de retén en cualquier de la ciudad; donde tienen que pasar los automovilistas;
soplarle a un aparato y si no rebasan los grados de alcohol permitidos en la
sangre; pueden seguir su camino; de lo contrario el conductor es retenido entre
20 y 28 horas y el auto se va al llamado corralón para evitar accidentes.
Y lo que nunca ha podido hacer la
autoridad al respecto es el hecho que cualquier persona mayor de edad, sin
importar su estado físico y ni siquiera si sabe manejar; puede tramitar su
licencia de conducir.
A pesar de que
Claudia Eugenia Bernal Ortiz era muy ordenada con sus cosas y respetuosa de las
leyes; por extrañas razones que ni ella misma podía explicar; llevaba más de
medio año conduciendo con una licencia vencida.
Estaba consciente por ejemplo que si
tenía un incidente de tránsito con otro conductor o conductora; por tener la
licencia vencida; automáticamente ella sería considerada la responsable; sin
importar las circunstancias.
Cada vez que su
papá se lo recordaba; contestaba;
“No te preocupes el próximo mes la
vuelvo a tramitar”
y ese mes nunca
llegaba
En defensa de Claudia se tenía que
decir que era una automovilista que manejaba a una velocidad moderada; nunca se
pasaba los altos ni se metía en sentido contrario y si por algún motivo; sabía
que no estaba en condiciones de manejar: Rentaba un “Uber”
De esta manera era casi imposible que
tuviera un incidente de tránsito por el cual; un o una policía le tuviera que
pedir su licencia de conducir y se diera cuenta que estaba vencida.
El sábado 27 de
mayo sus amigos le hicieron una reunión para festejar su cumpleaños. La pasó
muy bien: Cantó, se tomó muchas fotos; se río bastante y tomó “un par” de
copitas de más.
Se regresó con una de sus amigas y un
poco antes de llegar a su casa; perdió un poco el control del auto y rompió una
especie de jardinera que había en la banqueta, pero no pasó a mayores.
Un oficial de tránsito que vio lo
sucedido; se acercó al auto y le preguntó:
-¿Qué pasó señorita?
Ya respuesta del susto:
Respondió:
-Nada oficial sólo que mi amiga venía
manejando y se descontroló un poco.
El policía vio de
cerca a la amiga y cuando iba a decir algo:
Claudia Eugenia Bernal Ortiz
Le dijo:
-Mire su licencia
El oficial la guardó en la bolsa de su
camisa y señaló:
-Está bien, pueden irse, pero manejen
con más cuidado
La “Licencia” era un billete de a mil
pesos y…
La amiga de Claudia estaba ciega.
La
Casa de Las Lunas
22:00
– 23:00 p.m.
27/V/2023
1 comentario:
El pan nuestro de cada día con los inspectores de Tránsito. Así nuestro México mágico.
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