LA VISA (CUENTO) Por Carlos Bernal Romero

Para Doña Patricia

 

-¿A qué va a Estados Unidos?

-Me reservo el derecho de contestar

Memorias de un sordomudo

 El gobierno estadounidense cree de verdad que en general todos los latinoamericanos y en especial los mexicanos; queremos irnos a vivir a los Estados Unidos.

Por tal motivo pone muchas trabas para dar una visa y le realizan una entrevista tan minuciosa al aspirante a obtenerla que los kilométricos interrogatorios de la Policía Judicial son un juego de niños.

         

Quieren asegurarse de que el solicitante; aprovechando el viaje no se quede viviendo ilegalmente en su país; una vez que concluyó el tiempo que duraría el viaje como lo declaró en la entrevista.

         

Una muestra de que no es nada fácil obtener la visa que otorga la embajada norteamericana; para poder entrar a su país; la constituyó la señora Patricia Mendoza; la cual tuvo que trasladarse primero de la ciudad de Cuernavaca a la de México para dirigirse al aeropuerto y de ahí tomar el avión que la llevaría a Hermosillo Sonora; en un vuelo directo que hace tres horas.

Era la primera vez que viajaría sola y en avión; porque sus anteriores viajes habían sido en compañía de su esposo o por lo menos uno de sus tres hijos y siempre en autobús o automóvil particular.

El hijo que le hizo el trámite le dijo:

         

“No te preocupes por nada mamá; vas a viajar con los cuidados de una menor de edad. Desde el taxi que tomes en la puerta de la casa; hasta alguien que te estará esperando cuando llegues y primero te llevará luego al consulado a realizar el trámite y de regreso”.

         

Y efectivamente como se lo dijo su vástago; así sucedió el viaje; es más; como si realmente fuera una menor de edad; a Doña Patricia le hicieron ponerse un gafete bastante visible con su nombre.

         

Para que no estuviera corta de fondos o apurada por el dinero; le dio el suficiente como para quedarse dos semanas en Hermosillo viviendo sin ninguna preocupación y hasta para gastar como si fuera una turista rica.

Y en efecto como se lo pronosticó su hijo; todo resultó muy fácil porque en todo momento iba acompañada por un adulto como si en vez de 65 años; tuviera 14 y no pudiera andar sola.

         

Todo salió perfecto, pero cuando su hijo la fue a recoger al aeropuerto de la Ciudad de México; para invitarla a comer y que le contara la experiencia de su viaje; la aeromoza encargada de entregarle a su mamá le dijo:

        

“Su señora madre le dejó este recado”

         

Lo leyó y  llevó la sorpresa de su vida porque el papel que escribió:

         

Doña Patricia Mendoza

 

de 65 años convertida de nuevo en una adolescente de 14 por órdenes de su retoño decía:

         

“Como de nuevo soy niña y ya con la visa en la mano; me regresé antes a la Ciudad de México para tomar un avión a:

         

Disneylandia”

 La Casa de Las Lunas

22:00 – 23:00 p.m.

5/XI/2022