Este blog fue creado pensando en Dacne y está dedicado a Wendy González Salinas

domingo, 11 de septiembre de 2022

TANTO COMO ENTONCES (CUENTO) Por Carlos Bernal Romero

Para Dacne

Y nuestras caminatas por el Centro

 

“La felicidad soy yo”

Carlos III Rey de Inglaterra


Sobre la felicidad se han escrito infinidad de libros, hipótesis, teorías y hasta tesis doctorales que dicen tajantes:


“¡La felicidad no existe!”

         

También están los que aseguran que:

         

“La felicidad es un estado de ánimo”

         

“La felicidad es pasajera”

         

En lo que casi todos coinciden es que:

         

“La felicidad no es permanente”

         

Y:


“Nadie se da cuenta cuando es feliz”

         

Yo nunca estuve de acuerdo con todos estos dichos, frases y máximas porque durante 11 años caminé y anduve con ella por muchas partes de la Ciudad de México; en especial por el centro, las calles de Madero y la Plaza de la Constitución o Zócalo.

         

Caminar a su lado era hacerlo con una niña que fue creciendo de los tres a los 14 años y que era la simpatía, la sencillez y la vida misma en persona y sin complicaciones.

         

También esa niña se convertía en una anciana de 100 años; cuando le daba unas monedas a los organilleros de las calles de Madero; que todo lo sabía y parecía que había estado en el:

         

“Grito de Independencia”


de 1810 cuando la gente se juntó en la “Plancha” del Zócalo para escuchar a su adorado: Porfirio Díaz 


Éramos sobrina y tío y nos llevábamos mejor que nadie en este mundo porque durante estos once años; nunca estuvo de mal humor; jamás se enojó y siempre aceptó ir a los diferentes Vips a desayunar o a comer sin poner reparos; “hacer caras” ni berrinches de ninguna especie.


Hoy por supuesto que seguimos siendo sobrina y tío y ahora a sus 27 años; trece después de nuestra última caminata por el Centro de la Ciudad de México; sigue sin enojarse conmigo y siempre que nos vemos me saluda y recibe de buen humor y con una sonrisa.


 Lo del pasado lo recuerdo a la perfección y detalladamente porque:

         

Dacne y yo:

  

Éramos felices y lo sabíamos.         

 

La Casa de Las Lunas

22:0023:00 p.m.

10/IX/2022

2 comentarios:

Abogado de dijo...

Ando de nuevo por aquí porque quise pasar a volver a leer el cuento con más calma a ver si sentía el mismo sentimentalismo. Y sí, lo compruebo. Te luciste, Carlos .

Atte.
Rafael Mendoza

Carlos Bernal Romero dijo...

Hola Fernando:
Gracias po tus halagadoras palabras
Viniendo de un estudioso del cuento valen doble
Tu Amigo:
Carlos