Parece que se ha ido, pero no es cierto
Una persona al hablar de Peña Nieto
Las “Casas de
reposo” o asilos donde pasan sus últimos años los adultos mayores por lo
general de 70 años para arriba y que por alguna razón debe estar cuidados las
24 horas del día.
Tal vez la única
diferencia entre ambos lugares; es que en los primeros están personas de cierta
posición social porque tiene un costo estar en una de ellas de mínimo 20 mil
pesos al mes.
Mientras en el asilo por lo general son
abuelos pobres a los cuales sus familiares van a dejar; porque ya no los pueden
cuidar y no tienen dinero para pagar una mensualidad.
Guillermina Coria
Espejel era una maestra retirada de aproximadamente 75 años; que tenía por lo
menos dos pensiones que le permitían vivir tranquilamente sus últimos años de
vida.
La estancia era una combinación de
hotel y clínica donde le daban sus medicinas a Guille, como le decían de
cariño; le tomaban tres veces al día los signos vitales y le ponían una
inyección de insulina; todos los días para que no se bajara el azúcar.
Y una casa de huéspedes porque le daban
de comer tres veces al día; la bañaban y cambiaban diario y podía estar en la
sala viendo la televisión o jugar y convivir con sus demás compañeros.
Si bien todos los
residentes del lugar como Guillermina tenían alguna enfermedad o patología para
estar cuidada las 24 horas por personal capacitado; su destino no era irse a
morir ahí como se pensaba, aunque la posibilidad que así fuera era muy alta.
Así con todos sus achaques, cambios de
humor y notable pérdida de memoria; Guillermina era residente de “La Casa de
Los Espejuelos” desde hacía casi cuatro años; con sus altas y sus bajas.
El jueves 2 de diciembre como en otras
ocasiones salió a pasear con sus sobrinos; que venían por ella una vez al mes y
se la llevaban a comer a un restaurante o a la casa de uno de ellos.
Regresó en la
noche un poco decaída diciendo que estaba así porque se llevó un par de sustos;
el primero porque su sobrina se iba a caer al suelo en el restaurante y el
segundo porque estuvieron a punto de chocar.
El viernes en la noche empezó con muchas dificultades para respirar y le tuvieron que poner oxígeno y pasó muy mala noche. El sábado la vino a ver su médico particular y sugirió llevarla a un hospital para que le hicieran estudios más a fondo.
El martes 14 tras
una muy pequeña “batalla contra la muerte” Guillermina Coria Espejel murió a
las 10 de la mañana; aunque por todos los trámites que se deben hacer; se la
llevaron hasta las siete de la noche.
El miércoles 15 junto con otros nueve
residentes de “La Casa de Los Espejuelos” a las nueve de la mañana: estaba
sentada en la mesa para desayunar…
Era una nueva residente y se llamaba
Guillermina.
La
Casa de Las Lunas
22:00
– 23:00 p.m.
11/XII/2021
1 comentario:
Que pena por la primera Guille, pero que alegría que llegó, la segunda Guille!!
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