Te
apuesto a que
puedo dejar de
jugar
Oído en
PlayCity
Los vicios y las
enfermedades se parecen mucho, tanto que los especialistas en el tema, afirman
que en vez de juzgar a las personas que los tienen, deberían invitarlos a los
rehabilitarse.
Quizá los dos
vicios/enfermedades más comunes son el:
Alcoholismo y la
Ludopatía
Que es la
adicción a los juegos, en particular a los llamados “Juegos de azar”
Cuentan las
“Leyendas urbanas” que este tipo de jugadores han perdidos millones de pesos;
ranchos, residencias y hasta apostado a una de sus hijas.
Un escalafón más
abajo se encontraba Alfonso Mares Escalona, que también era un jugador
compulsivo y en una “sentada” podría perder hasta 20 mil pesos.
El mayor
problema de él, es que cuando ya no tenía dinero para seguir apostando, tomaba
objetos de su esposa e hijo, para llevarla a cualquier casa de empeño.
Televisiones,
DVDs, relojes, laptops, electrodomésticos…
en fin, nada
estaba seguro cuando a Alfonso le entraban deseos irrefrenables de jugar,
cuando ya no tenía efectivo para hacerlo.
Como su esposa e
hijo casi no le dirigían la palabra, no tenía como pedirles dinero para ir a un
“PlayCity” o a otro lugar de apuestas que había en Cuévano (1)
Para sorpresa de
ellos, su esposo y padre, había controlado sus ansias o manía de apostar y por
lo tanto, dejo de empeñar las cosas que les pertenecían a ambos.
De esta manera
hubo un “Tiempo de gracia” en la familia Mares Mendoza y los tres pudieron
convivir sino es “santa paz”, si con cierta normalidad.
El martes 24
Rafael organizó una reunión e invitó a sus amigos. Uno de ellos le preguntó en
dónde podía dejar “cargando” su celular y le dijo que en la cocina.
Cuando Rafael
fue por un vaso de agua, se llevó una sorpresa desagradable, al ver que había
desaparecido el teléfono de su amigo. Sin titubear fue directamente con su papá
y le dijo:
-Dame el celular
que tomaste de la cocina
Con una
tranquilidad y cinismo asombrosos, lo sacó de donde lo tenía guardado y antes
de devolvérselo:
Alfonso Mares
Escalona indicó:
-Lo agarré
porque hubiera apostado que…
Era mi regalo de
Navidad.
(1).- Ciudad
inventada por el
escritor Jorge Ibarguengoytia
Sala de casa
22:00 –
23:00
1/IV/2017
1 comentario:
Jajajaja que cínico excelente caballero me gusto
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