Para
“La
Francesita” Angelique Boyer
Por
su linda y
sensual
cara
La
Luna es demasiado sensual para ser de queso
Oído en Oaxaca
Es
un hecho que los seres mágicos y especiales existen y por lo menos una vez en
nuestra vida; se nos cruzan en nuestro camino, aunque no nos demos cuenta.
A
pesar de que llegan a existir hombres mágicos, que están llenos de clase, el
98% de estos seres son mujeres que tienen como principal característica que
son:
Extremadamente
sensuales
Además de que así como se aparecen de
manera inexplicable; de igual manera se desaparecen sin “Dejar huella”, como si
nunca hubieran existido o fueran un sueño.
Era
la tranquila tarde del 11 de octubre en la Colonia Lindavista, en la calle de
Managua y en particular el “Oxxo”, cuando se apareció de repente una chica con:
Una
cara linda sensual
Estaba
obvio que no era mexicana y tampoco estadounidense. Su precioso rostro era
según:
Alberto
Manríquez Blanquet
que
compraba una “Coca zero”: Francesa
Su
amigo Jesús, que había aprendido a “Hablar francés”, en las películas de
Cantinflas; le dijo:
-Tú
estás muy bonité
Sin
dejarla hablar le preguntó:
-¿Cómo
te llamé?
“La Francesita” después de sonreír;
contesto:
-Je
ne comprends pas
y
se fue.
Momentos
después, Jesús le dijo a Alberto:
“Se
llama Janet y sí es francesa”
“Janet”
estuvo una semana por esos rumbos y su:
Porte,
presencia, físico, belleza, sensualidad y encanto
sedujo
a todos, incluyendo al cura del barrio.
Vivía
en un edificio nuevo de departamentos muy elegantes y cuando puso su pasaporte
en el tocador su nombre decía:
Angelique
Monique-Paulette Boyer Rosseau
originaria
de Saint Claude
Dos
días más tarde le encargaron a Jesús invitarla a una fiesta en su honor y de
bienvenida. Se la volvió a encontrar en el “Oxxo” y le dijo:
-El
proximé sabadé te haremos una fiesté de bienvenidé
Sonrió
como sólo ella sabía hacerlo e indicó:
-Je
ne comprends pas
-Sí,
Janet, será en el patié de la iglesié
y
se despidieron.
El
sábado 18 de octubre a las 8 de la noche:
Alberto,
Jesús y el Cura
fueron
por “Janet” a su departamento, para llevarla a la fiesta y le dijeron al
portero del edificio:
-Le
puede decir a “La Francesita” que venimos por ella para llevarla a la fiesta;
nos está esperando.
Sin
entender lo que nada más alcanzó a decir:
-No
hay ningún departamento ocupado
Los
tres se fueron del lugar totalmente desconcertados; sin saber “ciencia cierta”
que penar o que decir; de pronto:
Alberto
Manríquez Blanquet
volvió
su vista al cielo y exclamó
"¡Miren!"
Era
la linda y sensual cara de “La Francesita Janet
En
forma de luna llena.
(1).-
Yo no comprendo
El
Portón Plaza Eduardo Molina
17:52
- 18:52 p.m.
11//X/2014
2 comentarios:
OH WOOOW NO ES QUE NO COMPRENDAS EN EL CUENTO SI NO QUE NO TE ADENTRAS Y VEZ LO QUE LOS OJOS DE LA GENTE ORDINARIA QUIEREN VER, EN EL FONDO LA BELLEZA ESTA EN LA ESCENCIA DE LAS PERSONAS, NO EN LO QUE SE PUEDE APRECIAR SALUDOS CABALLERO
muy bueno el cuento, un relato que puede pasar (y pasa) en la vida real, así de simple..
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