Yo no soy analfabeta; soy analfabeto
Oído
en Iztapalapa
Con excepción de
Cuba, en todos los países de América Latina, en menor o mayor grado existe
analfabetismo, cuando resulta
inexplicable que en el 2014, con todos los adelantos técnicos, siga
habiendo gente que no sepa leer ni escribir.
En pueblos
alejados “De la mano de Dios”, donde la mayoría de la gente son campesinos, se
podría entender este retraso educativo, porque no hay escuelas cerca de esos
lugares y a los padres de familia, les interesa más que sus hijos sean
productivos económicamente, a que aprendan sus primeras letras.
Pero que exista
analfabetismo en la Ciudad de México, resulta incomprensible, porque sin
importar la posición económica, la mayoría de los capitalinos están conectados
con la sociedad.
Al enterarse que
en el Distrito Federal, había, aunque mínimo, analfabetas (Sólo 0.6% de la
población total) Rosaura Márquez Espinosa, estudiante del cuarto semestre de
Comunicación en la UNAM, decidió poner su “granito de arena”
Pensaba que si
gracias a ella 100 personas de su comunidad aprendían a leer y escribir,
ayudaría a que en la capital hubiera menos injusticias debido a la ignorancia
de la gente.
Como quería
hacer un curso de regularización en regla y con todos los elementos necesarios,
se dirigió a la Delegación Gustavo A. Madero, para que la asesoraran.
Le dijeron la
dinámica de las clases y le prestaron el material indicado y el tipo de
personas a la que debería ir enfocados los conocimientos que impartiría.
También le
dijeron que parte fundamental de la asistencia de la gente, es que lo
publicitara por medio de carteles en el centro de su colonia, para que mucha
gente supiera del curso.
Con
dos semanas de anticipación en el las pareces del mercado público, puso una
serie de cartulinas en las cuales le informaba a la comunidad del inicio del
curso.
En ellas también
informaba sobre el lugar, el día y la hora para que no hubiera ningún tipo de
dudas para los posibles interesados en tomar el curso de actualización.
Llegó el sábado
29 de marzo y exactamente a las 10 de la mañana y en el patio de su casa, lo
tenía todo preparado para enseñar a leer y escribir al mayor número de
personas.
Cuatro horas
después no se apareció nadie ante su incredulidad y frustración. El motivo de
que no se hubiera presentado nadie, eran los mensajes invitando al mismo curso:
Rosaura Márquez
Espinosa había puesto:
“Si no sabes
leer ni escribir, nosotros te enseñamos”
El Portón Plaza Eduardo Molina
18:00 - 1900 p.m.
28/III/2014
1 comentario:
jajajajajajajajajajajajajajaaj noo como publicista se moría de hambre, jajajajaj es neto esto? Pero bueno es verdad lo que dices Cuba con el menor índice de analfabetos, pero la verdad en México, la sociedad prefiere ser ignorante a saber o aprender, porque están en el entendido de que así les va ir mejor o porque a su edad ya para qué, en fin, es problema realmente profundo, que tiene que ver con la misma educación recibida en casa, mi papá terminó la secundaria (comercial) antes le llamaban así, ya no quiso estudiar más, pero él nos alentó a mis hermanos y a mí a terminar una carrera y así fue, no importa de dónde seas o de dónde vengas mientras tengas actitud para salir adelante... es lo que pienso yo.. mentalidad es lo que le hace falta al pueblo mexicano, mentalidad...
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