Para Rita Macedo
Una de mis mujeres favoritas de
toda la vida
Ojos que no leen; cerebro que no
siente
Cuauhtémoc
Blanco Bravo
Es de todos conocido
que México es un país de “Analfabetas funcionales” que sólo saben: Leer,
escribir y hacer cuentas básicas, para sobrevivir, parafraseando al Abuelo
Geno:
“Día a día”
Encontrar a una
persona que leyera por lo menos cuatro libros o 400 páginas de literatura, al
mes es un verdadero milagro, que se da muy de vez en cuando.
Por tal motivo cuando veían leer a
María de la Concepción Macedo Guzmán (1)
se la gente se sorprendía doblemente, porque además era una lectora asidua, de
esas que no existen.
Ella rebasaba y por mucho el promedio
de libros que lee un profesionista, medianamente interesado en lo que pasaba en
nuestro país y en el mundo.
De esta manera
María de la Concepción analizaba mínimo cuatro tomos al mes de diferente
temática, Lo único que le interesaba era que fueran de literatura:
Cuentos, ensayos, novelas, biografías,
autobiografías, poesía…
por eso sus
amigos la conocían como:
“La Mujer de papel”
La extensión del
libro era lo de menos. Para ella lo fundamental era el contenido, tampoco le
importaba el tamaño de la letra, porque hay algunos con una tipografía muy
pequeña.
Un día de tantos María de la Concepción decidió irse a vivir a Cancún, porque quería
conocer y estar cerca del Mar. Sus amigos la quisieron convencer, que no se
fuera, pero no lo lograron.
Le insistieron
que querían estar cerca de ella, para que acudiera a ellos cuando lo necesitara
a cualquier hora del día o de la noche, como hasta ahora. lo habían hecho.
El sábado 14 de marzo del 2020, se bajó
del avión que la trajo desde la Ciudad de México. Hizo el papeleo
correspondiente; salió a la calle; abordo un taxi y le pidió a un sorprendido
chofer, que la llevara a la playa.
Llegó a su
destino; descendió del automóvil; se quitó las chanclas; sintió casi al mismo
tiempo la arena y la brisa y con la novela:
“La región más transparente” de Carlos
Fuentes
bajo el brazo,
se sentó a la orilla del mar
Lo abrió en la página que se había quedado la
´última vez y siguió su lectura:
La Mujer de
papel”
María de la Concepción Macedo Guzmán
era ciega.
(1).- Nombre verdadero de mi Rita
Macedo
La Casa de Las Lunas
22:00
– 23:00 p.m.
7/XI/2020
