Lo último que quiero ver
en mi vida es tu cara
Memorias de un invidente
En México el promedio entre las personas de más de 60 años a las que les
da el “Síndrome de Alzheimer” es de siete mujeres por cada tres hombres y eso
pareciera que sucede en todo el mundo.
Esto
se ve reflejado en el cine. Las películas que hablan sobre el tema; por lo
menos las que más recordamos tienen a mujeres como protagonistas de sus
historias.
Entonces cuando un hombre es detectado
con esta enfermedad; se puede considerar si no un caso raro; si por lo menos
poco habitual para los familiares, cuidadores o trabajadores en casas para
adultos mayores.
Cuando se conocieron en la secundaria:
Alberto Manríquez Blanquet y Vianey
López Fernández
Él se quedó maravillado de la cara tan
bonita y perfecta de ella. Con cejas pobladas; ojos de un “café intenso”,
labios pequeños y un par de mejillas literalmente de colección.
Por
eso cada vez que se despedían Alberto le decía:
“Déjame que la última mirada de mis
ojos sea para tu bellísima cara”
Aunque
sin ser vecinos de calle; si lo eran de colonia (Lindavista) por lo tanto se
las ingeniaron para que sus papás los inscribieran en la misma preparatoria.
Alberto siguió con su costumbre de
despedirse de Vianey; mirándola directo a su precioso rostro como si quisiera
guardarlo para siempre en sus ojos y su mente.
Él corrió con la suerte que ella
también quisiera estudiar periodismo y ambos se inscribieron en la mejor
escuela que había en todo México: "Escuela de Periodismo Carlos Septién García”
Para
no perder la costumbre que había adquirido desde que se conocieron en primero
de secundaria; además de despedirse de mano de Vianey; Alberto literalmente se
despedía de mirada de ella.
Se continuaron viendo diario un año más
después de terminar la carrera; porque hicieron juntos la tesis y en días
seguidos su examen profesional y después cada uno tomó su destino profesional
Cincuenta años después como en una de
esas películas tramposas de la “Época de Oro” del Cine Mexicano se encontrararon de nuevo como cuando se conocieron de adolescentes en 1974; volvieron a
coincidir.
Vianey
ahora de 62 años se encontró a Alberto en la especie de salón grande a la que
ella había llegado. A pesar de no haberlo visto desde hace casi cuatro décadas
(1985); supo que era él porque no había cambiado mucho.
Le dio mucho gusto encontrarlo. Fue
donde él estaba sentado: le estiró la mano en forma de saludo y le dijo
efusivamente:
-Hola Alberto ¿Te acuerdas de mí? Soy
Vianey
Alberto Manríquez Blanquet
La
saludó de manera automática, con una sonrisa tierna y una mirada que se había
detenido cuando conoció a una niña de 12 años:
De una cara tan bonita y perfecta. Con cejas
pobladas; ojos de un “café intenso”, labios pequeños y un par de mejillas
literalmente de colección
Estaban en una casa de cuidados del
adulto mayor y desde hace un año:
Alberto tenía Alzheimer.
(1) Título de una película mexicana del 2006
dirigida por Patricia Arriaga-Jordán
La Casa de Las Lunas
22:00
– 23:00 p.m.
28/XII/2024