Para María Esmeralda Pimentel Murguía
Por su bellísima cara de cejas
pobladas
Las dos miradas que más me han
impactado en mi vida son la de:
Frank Sinatra y Esmeralda Pimentel
Mía
Farrow
Dicen algunos poetas que:
“Los ojos son el
espejo del alma”
y que a través
de ellos podemos saber cómo es una persona antes de “Cruzar una palabra con
ella"
Si esa persona,
generalmente mujer, además de unos ojos bonitos; tiene una “Mirada cautivadora”:
“El mundo está a sus pies”
Una mirada así, es la combinación
exacta entre:
Uno ojos muy bonitos y por supuesto un par de
cejas pobladas
Así desde que nació el:
Viernes 8 se septiembre de 1989
en Ciudad Guzmán
Jalisco (Antes Zapotlán El Grande):
María Esmeralda
Pimentel Murguía
la enfermera le
dijo a su mamá:
“Además de una
bellísima cara su hija tendrá una mirada cautivadora. Por todo esto, si fuera
mi hija yo le pondría el nombre de una piedra preciosa. Es más yo veo cara de
Esmeralda”
29 años después,
en septiembre del 2018 si en vez de enfermera fuera adivina:
Esmeralda
Pimentel tenía unos ojos preciosos; cejas pobladas y una mirada que hacía
volver la cabeza hasta a un débil visual o un ciego.
“Esme” como le
decían sus amigos; había regresado mucho tiempo después, desde la última vez
que había estado a: Ciudad Guzmán porque por fin había logrado su sueño de que
le regresaran su antiguo nombre:
Zapotlan El
Grande
Como se había vuelto la habitante más
famosa y bonita de la ciudad; había sido invitada como madrina a la ceremonia
de cambio de nombre.
Cuando se
dirigía caminando al Palacio Municipal; después de haber visitado el centro; se
topó de frente con una anciana ciega de aproximadamente 67 años.
Cuando estaba a
punto de darle una limosna; la viejecita le detuvo la mano y después tocarlas con los dedos; le
dijo a:
María Esmeralda Pimentel Murguía:
“Esmeralda con
que me miren tus lindos ojos; me doy por bien servida”
Era la enfermera que la había recibido
en su nacimiento.
Sala de mi casa
22:00
– 23:00 p.m.
4VIII/2018