Para Eduardo Hernández García Santamarina
Por su divertido villano en Antes
Muerta Que Lichita
Tú vas a ser Zedillo nada más seis
años: Yo Azcárraga toda mi vida
Historias
de cachorros
Los hombres muy
ricos que por lo general son empresarios muy poderosos; cuentan con sofisticada
red de comunicación integrada por aparatos de última generación.
En dicha red van
incluidos una o un secretario particular que le resuelve todas sus citas y le
tiene su agenda personal al día y perfectamente ordenada; junto con uno o más
guarda espaldas por aquello de las dudas.
Como buen hombre
de negocios que se respete Augusto de Toledo Mondragón tenía su vida en orden;
gracias a dos cosas: Una secretaria muy eficiente y su inseparable agenda.
De esta manera
no daba un solo paso sin antes preguntárselo a su asistente o revisar lo que
tenía apuntado; sin este par de elementos estaba más indefenso que un policía
de la Ciudad de México.
Un amigo le
preguntó
-¿Qué vas a
hacer hoy?
Antes de
contestar tomó su celular; marcó un número y cuestionó:
-Fátima ¿Hay planes para este día?
-Sí, tiene una
comida y una cena
Terminó la
conversación y le dijo a su camarada:
-Sí, voy a estar
ocupado
Con Don Augusto se confirmaba la frase
que decía:
“Detrás de un jefe exitoso hay una
secretaria perfecta”
porque él sin su
adorada Fátima sería un comerciante más.
Su agenda era
igual de indispensable; porque en ella
apuntaba: El día de su aniversario de bodas; el cumpleaños de sus hijos y hasta
el del suyo propio; para que no se
le olvidaran.
A pesar de ser tan metódico o quizá
gracias a eso; era uno de los hombres más exitosos e importantes de México; al
grado que le hablaba de tú al Secretario de Gobernación.
De esta manera
la fortuna de Augusto de Toledo y Mondragón estaba considerada entre las más
grandes y cuantiosas del país junto con la del Magnate cinematográfico: Efrén
Benítez Aguilar.
Estaba tomando
tanta fuerza y poder en círculos políticos y económicos: se corría el rumor que
formaría parte del Gabinete del próximo Presidente de la República.
Para ponerlo a prueba; los altos
dirigentes del Partido en el poder, le encargaron una misión: Recibir en al
Aeropuerto; al: Encargado para América Latina del Gobierno brasileño.
Como siempre la hora y el día se los
recordó Fátima y 20 minutos antes de que llegara el avión que traería al
funcionario carioca; él ya se encontraba en el inmueble.
Exactamente a la
hora señalada el funcionario brasileño bajaba por las escalinatas del avión de
“Varig” y se dirigió a donde lo estaban esperando. Saludó a Augusto le dijo:
-Paulo César Lima para servirle a usted. ¿Con
quién tengo el gusto?
Se quedó
pensativo algunos segundos. Sacó su agenda de la bolsa de su blazer; la abrió
en la primera hoja; leyó algo y la volvió a cerrar antes de contestar:
“Licenciado Augusto
de Toledo y Mondragón”
(1).- Basado muy libremente en el personaje de
“Antes Muerta que Lichita”
Sala de mi casa
19:00 - 20:00
p.m.
16/I/2016