Cuando mi esposa se calla; es un milagro
Andrés “El Merolico”
Dicen
los expertos den el tema y en las relaciones personales y de pareja; que cuando
el silencio entra en las conversaciones diarias de una pareja; es casi el final de ésta, porque se conocen tanto que ya no tienen que decirse.
Aunque
es un hecho que casi ningún matrimonio, más o menos sólido o estable va a
aceptar que llegó el fin de su relación; sobre todo si ya rebasó los primeros
diez años.
Antonio Juárez Miranda y Mercedes
Huerta Palacios se habían conocido en la preparatoria “Emilio Azcárraga Milmo”,
que llevaba su nombre porque él la fundó y la dejó protegida por los próximos
50 años; para que no le faltara absolutamente nada tanto a los alumnos como a
los maestros.
Mercedes recién había cumplido 15 años
y era una chica además de muy bonita, con un par de cejas pobladas preciosas y
perfectas; que hacía recordar a Irma Dorantes en “No desearán la mujer de tu
hijo (Ismael Rodríguez Ruelas 1950) era muy “Hablantina” y dicharachera.
Antonio
de 17, no se quedaba atrás. Él era todo un galán de esos que sólo se veían en
las películas de la “Época de Oro” del Cine Mexicano y tenía el porte y la
facilidad de palabra de Manolo Fábregas en “La Familia Pérez (Gilberto Martínez
Solares 1949)
El
“flechazo” fue automático porque se encontraron dos jóvenes extremadamente
guapos; muy simpáticos y con una agilidad mental y de palabra muy raras para su
edad.
Así a pesar de que los padres de ambos
se opusieron; se hicieron novios de inmediato y “contra viento y marea” se
casaron cinco años después que ambos acabaron también; contra todos los
pronósticos: Una carrera universitaria.
Mercedes estudió y se recibió como
Licenciada en Derecho y Antonio como Licenciado en Filosofía y Letras y como
todos lo esperaban; regresaron a la preparatoria, pero ahora como profesores.
El
viernes 3 de enero del 2025 cumplieron 25 años de casados e hicieron una
pequeña reunión en su casa. Ella a los 48 y él a los 50 conservaban la belleza
y la galanura de la preparatoria, pero se habían vuelto de muy pocas palabras
entre ellos.
El sábado 4 de enero; casi 36 años
después que se conocieron en su primer día de clases en la prepa: El lunes 4 de
septiembre de 1989, no se dirigieron la palabra, porque:
No tenían tema para conversar:
Mercedes
Huerta Palacios y Antonio Juárez Miranda…
Eran sordomudos.
La Casa de Las Lunas
22:00 – 23:00 p.m.
4/I/2025