Para Martha Lucía Herrera Sánchez
Mi
ciudad
es la cuna de un Jefe de Gobierno
dormido
Oído en el Zócalo
Vivir o decir que se es de la
Ciudad de México es una especie de estatus para mucha gente, sobre todo para
los que nacieron en provincia y que por alguna razón están en la capital.
Aunque también, algunos sociólogos
afirman, que lo hacen por sobrevivencia, porque dicen que los chilangos son una
especie muy cruel con los provincianos.
Martha Lucía Herrera Sánchez le
decía a cualquiera que la quisiera
escucharla:
“Yo soy chilanga”
Como lo afirmaba con tanta convicción, no habría porque dudarlo. Además
no tenía “acento” como muchos provincianos o pueblerinos que viven en el
Distrito Federal.
Aunque su belleza natural y su
forma agradable de ser, no eran las de una capitalina pura, por lo menos
debería tener un descendiente directo del “Interior de la República Mexicana”
Un amigo que la conocía bastante y
sabía se molestaba, si le tocaban el tema, le gustaba hacerla repelar,
preguntándole:
-¿De verdad no eres pueblerina?
Estuvo a punto de contestarle con
una grosería, pero se acordó que era un buen camarada y respondió:
-Ya te dije que soy chilanga por
los cuatro costados
-Perdona, pero sigo sin creerte
nada
Ya enojada Martha exclamó:
-¡Pues me tiene sin cuidado!
Después de esa conversación,
regresó al departamento donde vivía sola y fue directamente a donde tenía
guardado un pequeño baúl y sacó su Acta de nacimiento.
La vio con
detenimiento y:
Martha Lucía Herrera Sánchez
“¡No soy una pueblerina!”
Había nacido en León.
El Portón Eduardo Molina
18:19
- 19:19
p.m.
22/III/2014
1 comentario:
jajajajajajajajajajajajaj excelente cuento!!!! Me gustó muchísimo, muchas gracias, de verdad!
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