Para
mi Ángela Aguilar
Que
nació para cantar “La Llorona”
Dos
besos llevo en el alma Llorona
Que
no se apartan de mí
Oído
en la preparatoria
Una
de las leyendas más contadas y conocidas de México es sin duda:
“La Llorona”
La versión más aceptada sobre es que se
trataba de una mujer indígena que en la a inicios de La Colonia en la Nueva en
el Siglo XVI tuvo dos hijos (niño y niña) con un español y al saber que se iba
a casar con otra española; mató a los dos niños y tiró sus cadáveres a un río.
Después arrepentida por lo que hizo
vaga por las calles gritando:
“¡Ay, mis hijos!”
Otra leyenda más actual y citadina,
cuenta que para las madres mexicanas no importa la edad de sus hijos (hombres);
siempre serán sus niños y toda la vida estarán para ellos cuando lo necesiten.
La señora Mercedes Silva de Luna había
nacido en 1935 y acababa de cumplir 90 años, pero seguía tan activa como hace
70 cuando tuvo a su primer hijo: Joaquín.
Había
nacido en el Barrio de La Merced y ahí conoció a su esposo Roberto Luna con el
que se casó cuando ella tenía 19 y él 23. Juntos procrearon y educaron a siete
vástagos.
Lo hicieron muy bien porque a todos les
dieron estudios universitarios y los hicieron hombres y mujeres de bien (Fueron
cinco hijos y dos hijas) y todos eran adultos funcionales los cuales podían
actuar y vivir en sociedad.
Vivieron juntos y felices 50 años hasta
que Roberto se murió dejándola viuda, aunque no sola, porque sobre todo sus
hijos la iban a visitar seguido a la casa que habían comprado en la colonia Río
Blanco y en la que vivía sola; desde hace 30 años.
A
pesar de tener 70 años en 1995 cuando se quedó sola; era totalmente
independiente y autosuficiente debido a la pensión que le había dejado su
esposo que resultaba bastante generosa.
Exactamente
el día que cumplió 90 años:
El sábado 3 de abril del 2025
Tocaron a su puerta. Abrió y para su
sorpresa se encontró a su hijo mayor de 70 años:
Joaquín Luna Silva con maletas. La
última esposa lo había corrido y no se le ocurrió otra solución que regresar a
la casa materna con su mamá para que lo atendiera como cuando era niño.
Cuando:
Mercedes Silva de Luna de recién
cumplidos 90 años se enteró de los planes de su primogénito exclamó:
“¡Ay, mis hijos!”
La
Casa de Las Lunas
22:00
– 23:00 p.m.
3/V/2025